martes, 24 de mayo de 2016

Marco Tulio Cicerón - De oratore ad Quintum fratrem libri tres (Sobre el orador, tres libros para el hermano Quinto) (Libro I) (55 a.C.).

Sin duda, el amor que Marco Tulio Cicerón tenía por su hermano Quinto Tulio Cicerón era inmenso. Esto lo podemos ver claramente en el siguiente diálogo dedicado exclusivamente a su querido hermano, pues el subtítulo de éste lo dice. Las circunstancias de este escrito siguen siendo el regreso de Cicerón del exilio y su período de ocio (otium) para escribir sobre su filosofía de vida. Más que un discurso o un tratado, este libro es un diálogo entre Cicerón y dos grandes oradores: Marco Licinio Craso y Marco Antonio. También aparecen otros personajes llamado Publio Sulpicio Rufo, Quinto Mucio Escévola y Gayo Cota.Vamos a ver que entendía por oratoria uno de los más grandes oradores de la historia.

Definiciones:

(1) Otium: En latín significa ''ocio''. 

Referencias:

(1) Antigua ciudad de los montes albanos.
(2) Orador y adversario político de Craso.
(3) Muy parecido a la dialéctica socrática. 
(4) Apolonio de Alabanda era aún conocido retórico de la antigua Grecia. 
(5) En la retórica de Aristóteles se le llama''forense''.
(6) Se opta por imitar, ya que la naturaleza de la voz es considerado por Craso como un don. A los otros no les queda más que imitar la voz de alguno. 

De oratore
Ad Quintum fratrem libri tres



LIBRO I
Saludos a su hermano Quinto

Aparte de saludar afectuosamente a su hermano Quinto, Cicerón le comenta los apacibles que son los años en que se encuentra, pues se retira un poco de la vida pública para dedicarse al otium(1). Por otro lado, el orador pretende hacer un tipo de introducción a las artes que en ese tiempo se tenían por fundamentales: filosofía, gramática y oratoria. En las dos primeras ya se ha hablado mucho, pero no en oratoria. 

Oratoria en Roma y Grecia

Cicerón admite que Grecia (y sobre todo Atenas) es la que más se ha ocupado del tema de la oratoria. La influencia e inspiración de oradores romanos como Brutus proviene claramente de la antigua Grecia. 



Componentes para la oratoria

Imprescindible es para la retórica el ejercicio de la palabra y la gramática en general. El conocimiento del derecho es otra de las cosas que hay que saber y también la postura y la gesticulación al hablar. El tono de voz debe ser severo sobre todo si se habla de las leyes. 

La memoria es un ejercicio que no se puede permitir, pues la oratoria es necesariamente algo que fluye con rapidez. Como diría el mismo Cicerón

''No se debe ser guardián de lo que se tiene que decir''

De esto, los griegos han sido los que más han enseñado el arte de la oratoria y Cicerón lo sigue recalcando. 

El diálogo de Lucio Licinio Craso

Lucio era un político y orador romano que junto a Marco Antonio se marcharon a Túsculo(1) por algunas complicaciones políticas en Roma (sobre todo con Filipo(2)). Junto a ellos también se encontraba otro destacado orador llamado Escévola. Éste último le pidió que conversaran tal como Sócrates lo hizo con sus discípulos en el Fedro. Se dispusieron a sentarse y realizar el método dialéctico los tres con Craso como guía. 

Craso: La elocuencia y el orador

Craso nos dice que no hay nada más beneficioso que el uso de la retórica, pues este mueve a la gente dependiendo del control del mismísimo orador. La oratoria es una capacidad que nos distingue profundamente de los animales porque solo la puede ejecutar un ser con inteligencia. 

De hecho, Craso nos asegura que la oratoria es la única disciplina que ha podido reunir a los hombres para formar una sociedad. Claro, la oratoria sirvió para convencer a otros hombres de formar una sociedad de leyes. Además, el orador es un hombre adentrado en todas las discusiones y temas que se pueda hablar. 

Escévola: respuesta a Craso

Tal como en los diálogos platónicos, Escévola manifiesta sus dudas a Craso diciendo que No podía creer estas últimas dos cosas:

  1. Que los oradores conformaron la sociedad
  2. Que el orador puede hablar de cualquier tema. 

En efecto, Escévola nos dice que la sociedad se conformó más bien con personas sabias y prudentes, más que elocuentes y oradores. ¿Habrá sido Rómulo un rey elocuente? ¿Acaso los grandes gobernadores y reyes han sido también oradores? Esto realmente se pone en duda. 

En cuanto a la segunda aseveración, sería tremendamente difícil que el orador se manejara en todos los temas posibles, pues cada escuela (estoicos, peripatéticos) refutaría a un solo orador. Es decir, las escuelas juntas podrán derrotar en cualquier debate al orador. 

Craso: Contrarespuesta

Ciertamente, Craso acuerda en algunos puntos con Escévola porque los oradores siempre se les ha mantenido apartados de las cosas de gobierno. Craso nunca estuvo de acuerdo con estas medidas, ni tampoco con la mirada academicista de Platón en su diálogo Gorgias, donde recordemos, el trabajo del orador queda como un trabajo engañoso. 

Sin embargo, el orador no debe ser alguien que hable por una cuestión de imitación de otro, sino más bien por el aprendizaje de dicha materia; por ejemplo, si el orador aprendiera de arte, él podría hablar mucho mejor de arte que el mismo artista. Y, obviamente, si el orador no aprende la disciplina señalada, no podrá hablar con elocuencia ni podrá convencer a nadie. Por lo tanto, el orador sí puede hablar de cualquier tema, siempre y cuando se instruya debidamente en él. 

Escévola: su respuesta

Su amigo, en un tono irónico se burla de Craso, diciendo que dicho orador solamente podría ser él, pues en la práctica es casi imposible que existiese un orador así. Inmediatamente, Craso responde que las cualidades de dicho orador no son las suyas, pero que sí son las que debiera tener todo orador. Por otro lado, Craso también critica el poco énfasis que se ha dado en educación en el tema de la oratoria y la retórica. 

Marco Antonio: Intervención

Marco Antonio estaba de acuerdo parcialmente con Craso pues, el orador debería tener esas cualidades. Sin embargo, no sólo dichas habilidades del orador sino que también necesitan la instrucción de la filosofía. Esto lo dice en cuanto a que en La Academia, todos quienes discutían sobre diversos temas no dejaban de expresar su pensamiento dentro de los temas, entrando en polémica con todos los demás. Por eso, el estudio de la filosofía es un elemento fundamental en la formación académica del orador. 

El mismo Marco Antonio nos ofrece una definición de orador y de elocuente para diferenciar las dos disciplinas:

Orador: quien es capaz de hablar con agudeza siguiendo la opinión del público y con un auditorio de personas corrientes. 

Elocuente: quien puede engalanar admirablemente y espléndidamente cualquier tema, sin olvidar su esencia y recordar todos los aspectos de aquel. 



Intervención de Gayo Cota y Publio Sulpicio

Luego de que Marco Antonio hablara de esta manera tan excelente, Sulpicio y Cota le piden a Craso que se explaye un poco más en el arte de la oratoria. 

Craso parece molestarse un poco pues no es tan fácil hablar de eso como si fuera Gorgias del diálogo de Platón. Sin embargo, aceptará explayarse sobre el tema al ritmo de que todos resuelvan lo que es la oratoria(3)

Craso y la oratoria

Lo primero que nos dice Craso es que el arte de la oratoria necesita principalmente de naturaleza y talento, lo que significa que no puede traspasarse (pues los dones de la naturaleza son intransferibles). Esto lo supone Craso, pues el timbre de voz, la soltura de lengua, los pulmones y el vigor físico son algo constitutivo del ser humano; propio de ellos. 

No obstante, Craso no quiere decir que quien no tenga estas cualidades no podrá ejercer la oratoria; de hecho, muchos políticos romanos con poca gracia, una vez que se instruyeron un poco en la oratoria pudieron conseguir cierta simpatía con sus ciudadanos y pares. 

Intervención de Marco Antonio

Marco Antonio expresa su opinión favorablemente a Craso porque se necesita cierta naturaleza para ser orador. El mismo Apolonio de Alabanda(4) despedía de sus clases a quienes no tenían esa naturaleza para ser orador. 

Para Marco Antonio, el orador tiene la combinación de varias profesiones:

  1. La agudeza de un sofista
  2. La profundidad de un filósofo
  3. La palabra de un poeta
  4. La memoria de un jurisconsulto
  5. La voz de un tenor
  6. Los ademanes de un buen actor

Sin estas cualidades no es posible encontrar un buen orador en la opinión de Marco Antonio. 

Craso: componentes básicos de la oratoria

Los primeros conceptos que nombra Craso nos traen a la memoria los tipos de retórica de Aristóteles:

  1. Deliberativum (demostrativo): cuando se usa la exhortación.
  2. Iudiciale (Judicial(5)): donde se busca la justicia (defendiendo o acusando).
  3. Demonstrativum (demostrativo): hechos del presente y el futuro.
Por otro lado (y por parte de otros oradores) existe la orationis partis que se divide en cinco aspectos:

  1. Invención (Inventio)
  2. Disposición (Dispositio)
  3. Elocuencia (Elocutio)
  4. Memoria (Memoria)
  5. Acto (Actio)

Obviamente, todo esto tiene un orden que sería el siguiente nombrado aquí abajo:

  1. Exordio (Exordium)
  2. Narración (Narratio)
  3. Argumentación (Argumentatio)
  4. Epílogo (Epilogus)

A pesar de todo este conocimiento de la oratoria, Craso lo pone en duda diciendo que ''casi'' nos pueden ayudar para ser un buen orador. 

En efecto, para Craso, la elocuencia sólo se puede lograr mediante la naturaleza (es un don), pero la retórica si se puede lograr mediante la práctica. Como dice Craso, la retórica se consigue por la elocuencia, pero no al revés. 

Craso y la retórica

Sulpicio le pide encarecidamente a Craso que hablen más en detalle sobre la ''técnica'' del a elocuencia, la retórica.

Escritura: primer elemento

Lo mejor para un buen retórico es la escritura, es decir, escribir el discurso antes de pronunciarlo. Por lo tanto, quien no escribe su discurso antes será un mal orador, pues la escritura precede a la retórica. Otra técnica imprescindible es la traducción de los más ilustres oradores y filósofos, lo importante es no dejar de escribir.  

Oración y audición: segundo elemento

En el entrenamiento de la voz es importantísimo considerar a quién se va a imitar como orador. En efecto, se debe empezar imitando los discursos de los mejores oradores(6). Por lo tanto, la memoria de los discursos debe ser sólida en todos los aspectos si en algo nos queremos parecer. 

Lectura: Tercer elemento

Por último, no sólo se debe escribir y traducir a los grandes oradores, sino que también se debe leer de historia filosofía y poesía. Conocer la práctica de la ciencia política y el derecho serán fundamentales, pues es ahí donde se encuentran los componentes esenciales de la retórica. 



Craso y la importancia del derecho

Imprescindible es para el orador considerar el aspecto del derecho. Quizás, la oratoria sea una de las condiciones primordiales en dicha disciplina. 

Sin embargo, Antonio, que no es abogado es un magnífico orador sin tener conocimientos sólidos del derecho. Por otro lado, a los que no tienen conocimientos del derecho y no obstante se creen oradores, a estos solo les espera la ignominia y la embaucación.

Que no se ignore la ciencia del derecho 

Cuando un ''orador'' intenta usarla retórica sin saber de derecho recurre a un arte externo parecido a la filosofía. Craso nos dice que justamente son estos los malos oradores y que la idea es impregnarse de la ciencia del derecho. 

La filosofía, en este caso, no podrá ayudarnos tanto (al contrario de lo que decía Marco Antonio), en el ámbito de la oratoria como si lo haría el derecho; por eso, el estudio de las Doce Tablas es imprescindible y más que cualquier otra obra filosófica.

Marco Antonio y su punto de vista

Escévola y Sulpicio no quedan conformes con todo lo dicho por Craso. Necesitan más detalles y aclaraciones sobre el orador; para ello, ya no será Craso quien seguirá hablándonos del orador, sino que será Marco Antonio. Por supuesto, Antonio trata de refutar lo dicho por Craso. 

Definición de orador: contrarespuesta

Para Marco Antonio, el modo correcto de saber sobre una profesión es empezar por su definición. Antonio no está en absoluto de acuerdo con la definición de orador de Craso, pues para Antonio no puede ser que el orador sea quien maneje absolutamente todas las ciencias. 

La definición de orador para Marco Antonio sería la siguiente:




''El orador es quien en las causas que comúnmente surgen en el
foro es capaz de utilizar tanto palabras placenteras al oído
como pensamientos adecuados a la persuasión''

Por lo demás, el orador no es quien posee todas las ciencias, sino más bien las oye, las reproduce, pero no le pertenecen. Es capaz de hablar igual que un médico, pero no es un médico. 

Además, tampoco está de acuerdo con que se deje la filosofía de lado, pues es justamente esta la que habla de las palabras y del derecho mismo (además de cuestionarlo algunas veces). 

Antonio: en cuanto al derecho

Marco Antonio nos dice que el estudio del derecho no es necesario para ser un buen orador. En efecto, también hay muchos buenos oradores que no necesitaron conocer el derecho civil. Es verdad que nunca estaría demás estudiar derecho civil para ser un orador informado sobre dichos temas, pero no es indispensable para serlo. 

Finalmente, Antonio nos dice que ser orador significa ser diestro en el arte de persuadir, y que nos debemos limitar a esa definición. 

Comentario final de Craso

A Craso le parece que el orador de Antonio es más bien un orador ''practicón'' que no tiene más que la técnica y no la teoría de la oratoria. El orador de Antonio parece un filósofo que puede persuadir a cualquier de cualquier tema, ignorando la verdadera esencia del orador. 

Conclusión

Una acalorada discusión entre dos grandes de la oratoria de la antigua Roma. Aunque parece que Craso queda más indefenso en este diálogo, aún se deben ver los tres siguientes libros que faltan. Aquí no vemos la opinión de Cicerón, así como tampoco sí vimos la filosofía de Platón a través del diálogo de Sócrates. Más bien, aquí nos encontramos con una discusión de la cual uno puede quedarse con una postura u otra; sin ninguna dirección más que la dicotomía del orígen del orador: Naturaleza/práctica. ¿Cómo creen uds que se llega a ser orador? 

martes, 17 de mayo de 2016

Marco Tulio Cicerón - In Pisonem (Contra Lucio Calpurnio Pisón) (55 a. C.).

En este escrito conoceremos el concepto de ''invectiva''; un discurso agresivo en contra de una figura de autoridad. La verdad es que este discurso tiene mucha polémica entre lso expertos, pues se dice que tiene muchas imprecisiones de parte de Marco Tulio Cicerón. Puede ser que la ira en contra de este personaje haya calado en este escrito, como ya lo ha hecho en otros nombrandolo someramente en otros publicados. Específicamente, en el discurso De Provinciis Consularibus se nombra a Pisón junto a Gabinio en una larga crítica sobre sus consulados. Veamos que tiene que decir ahora el orador. 

IN PISONEM
EN CONTRA DE LUCIO CALPURNIO PISÓN


Acusación

El discurso comienza con un ferviente ataque a la persona de Pisón, tal cual lo hizo con Catilina. Sus cargos fueron conseguidos por sus influencias y no ciertamente por sus méritos. 

Pisón estuvo involucrado indirectamente en la conjura con Catilina, y Cicerón se lo dice cara a cara. En realidad, Pisón fue testigo de cómo se reunían la armas para hacerla conspiración contra la república. Fue un colaborador indirecto pues se quedó en silencio para que la conjura pudiera desarrollarse sin problemas, es por eso que Cicerón lo culpa de inmovilidad frente a estos hechos. 

Comportamiento 

Una de las cosas más terribles que se le acusan es su reprochable comportamiento, pues un pretor no puede eructar o emborracharse en las reuniones con los demás magistrados. Era bien sabido que Pisón decía tener una medicina (la cual era vino) que lo hacía emborrachar inmediatamente. 

Celebraba las fiestas de manera excesiva junto con sus secuaces e incluso festejaba cuando no había nada que celebrar. Su mala administración dentro de su consulado dejó los tesoros públicos agotados y con un ejército hecho a su capricho. 

Conclusión

Esta no fue una acusación tan grave como la de Verres o Catilina, pues no involucra un jurado o algo así. No obstante, la carga emocional y la indignación de Cicerón no tienen límites para tratar a su enemigo de la peor forma. Sabemos que los grandes enemigos del orador eran Catilina, Clodio, Gabinio, Marco Antonio (éste último lo veremos después) y Pisón, el cual, quizás, no se lleva la peor parte, pues la causa de muerte de este último no se sabe. Muchos dicen que muere en combate, pero sigue siendo un misterio su muerte. 

sábado, 14 de mayo de 2016

Marco Tulio Cicerón - Pro Balbo (En defensa de Lucio Cornelio Balbo) (56 a.C.).

Uno de los más poderosos de la república romana, perteneciente a la familia más influyente de la república romana. Sin embargo, Balbo está acusado de usurpar la ciudadanía romana. Marco Tulio Cicerón empleará sus mejores armas para defender a un amigo suyo, pero que además comenzará a encender la ira de sus enemigos políticos, pues que Balbo desapareciera del mapa era una cuestión fundamental para sus enemigos. No obstante, como no podría ser menos, Cicerón consigue la absolución de su defendido.

Referencias:

(1) De ahí el dicho ''Todos los caminos llevan a Roma''.

PRO BALBO
EN DEFENSA DE LUCIO CORNELIO BALBO

Defensa

Cicerón, desde los comienzos del discursos asegura que mantendrá la ciudadanía de Balbo muy fácilmente. 

En primer lugar es cierto que Balbo nació en Gades (Hispania) y también trabajó con Quinto Metelo y Pompeyo en España, siempre luchando a favor de la república romana.  ¿Cómo se podría acusar a un hombre de no tener dicha ciudadanía, si ha protegido y trabajado por y para la república?

Amistad de las provincias

Por lo demás, Grecia es una provincia aliada de Roma. Si la amistad o la cooperación de esta provincia no fuera real Roma, entonces quizás no se podría contar a los ciudadanos, pero este no es el caso. Además, es de vital importancia mantener una constancia y concreción en las relaciones, pues cuando llegue la hora de combatir se deberá estar unidos. Incluso los mismos caminos de todas las provincias llevan finalmente a Roma(1).

Contribución de los no-romanos

Resulta una paradoja que justamente los que no viven en Roma, colaboren con ella mucho más que aquellos que viven en ella. Los tratados de la unión entre Roma y Gades no ponen una excepción a los derechos de ciudadanías; por lo que esto respalda aún más que Balbo pueda ser ciudadano. 

Para argumentar más aún, los ciudadanos que no son romanos conocen mucho mejor las leyes que algunos ciudadanos romanos, según el relato de Cicerón. Los ciudadanos de Gades han sido personas comprometidas con la república, y les da su amistad a Roma para protegerse mutuamente. 


Conclusión

Son gratas las noticias para Balbo, pues podrá vivir en paz con su familia con estos argumentos; aunque más que por la ayuda de Cicerón, es por los méritos que se ha ganado en la república romana, y que el orador en este caso sólo resaltó delante de la audiencia. Una de las frases más destacadas y típicas de la república en esos años es la que mostraré a continuación (está escrita en inglés, pues el texto de Pro Balbo sólo la encontré en inglés): ''The man who slays a foe, whatever his race, come whence he will, I call my countryman'' (el hombre que mate a un enemigo, cualquiera sea su raza, que venga entonces porque lo llamaré mi paisano)

viernes, 13 de mayo de 2016

Marco Tulio Cicerón - Pro Caelio (En defensa de Marco Celio) (56 a.C.).

Marco Celio Rufo, orador, político y caballero de la república romana. Fue discípulo de Craso y Cicerón, al cual a este último ayudó a procesar a Catilina por corrupción (la conjura). Esta vez nos encontramos con un fiel amigo de Cicerón que es culpado del asesinato a un senador de la república. Es hora para Marco Tulio Cicerón de demostrar que la amistad es un factor importantísimo para defender a un amigo en una acusación tan grave como la que veremos. 

ADVERTENCIA: Este discurso no contiene todos sus párrafos, pues no todos pudieron recuperarse.

PRO CAELIO
EN DEFENSA DE MARCO CELIO RUFO


Defensa

Uno de los métodos para defender a sus clientes era apelar a la buena vida de su protegido. Marco Celio es un caballero romano con un padre muy destacado dentro de la república. La postura y figura de Celio era objeto de críticas y perjuicios.

Celio y su relación con Catilina

Las acusaciones están inspiradas por las sospechas de que Celio estuvo involucrado con Catilina en la conjura, pero ciertamente Cicerón duda de esto. 

Lo que sí, Celio era adherente a algunas de las medidas políticas de Catilina; sin embargo, el orador enfatiza que Celio en ese tiempo era muy joven y por lo tanto, se dejaba llevar por las pasiones de otros. En todo caso, en los tiempos en que Cicerón era pretor, Celio estaba asistiendo al orador y no a Catilina (que en ese tiempo también era pretor). 

Acusación de violación (extracto mayormente perdido)

También Celio fue acusado de violación reiteradas veces. Violación hecha a esposas de algunos ciudadanos romanos que sin embargo, no presentaron ninguna acusación. 

Aquí Cicerón introduce una especie de pistas para reconocer a un culpable: primero debemos ver sus acciones, sus palabras, sus acusaciones (previas), sus intrigas y sus demandas. Todas estas pistas nos darán una conección entre el acusado y la víctima (conección que Celio no tenía con ninguna de sus víctimas).  

Asuntos con Clodio

Ya sabemos quien era Clodio y como se opuso al regreso de Cicerón. Celio se enamoró de la hermana de Clodio y tiempo después la dejó; lo que produjo la ira de Clodio y de su hermana, y posteriormente planearan acusarlo. 

Dicha acusación se basaba en un dinero que supuestamente Celio le debía a la hermana de Clodio, pero al no haber pruebas el plan no dio resultado. Además, se acusa a Celio de haber envenenado a Clodia, luego de supuestamente hacerlo con Dio de Alejandría. Cicerón nos dice que Celio era lo bastante inteligente como para disociarse de Clodia. 

Acusación de Dio de Alejandría

Dio de Alejandría era un filósofo griego quien fue asesinado por el delito de envenamiento, siendo el principal sospechoso Marco Celio. La defensa de Cicerón nos dice que en realidad Dio fue muerto por otros miembros de la oligarquía de Roma, y no por Celio. 

No obstante, nada se sabe del veneno, ni de la preparación, ni de dónde está, ni de cómo podría haberlo hecho. Esta simple observación de falta de evidencia refuta los dos casos de envenenamiento. 

Conclusión

Esta fue una de las defensas que más costó a Cicerón, si bien Celio fue absuelto, no fue fundamentalmente por su defensa sino que más bien por el pago de su fianza. Nuestro orador intenta no ofender tanto a la opinión pública como a Pompeyo, pues estaba muy complicado en la defensa por esto mismo; defender a Celio significaba en alguna medida perjudicar a Pompeyo o al partido popular. Seguiremos con las defensas de Cicerón pero ya no desde su tribuna...

jueves, 12 de mayo de 2016

Marco Tulio Cicerón - In Vatinium (Contra Vatinio) (56 a.C.).

Vatinio era uno de los enemigos personales de Marco Tulio Cicerón. Ayudó a Clodio en sus revueltas callejeras y prestó ayuda para que se condenara a Publio Sestio. Como vimos en Pro Sestio, Publio Sestio quedó absuelto gracias al apoyo de Cicerón, considerando el actuar de Sestio como un acto de legítima defensa. Esto provocará un gran argumento en contra de Vatinio quien además de apoyar la acusación, no quería que Cicerón volviera del exilio (lo que le jugará totalmente en contra). Sin embargo, hay que recordar también que bajo las presiones de Gneo Pompeyo y Julio César, Cicerón debió defender a Vatinio en un caso. Más que una acusación, lo que nos presenta Cicerón en este escrito es un interrogatorio (en contra) a Vatinio.

Referencias:

(1) Nunca se supo el verdadero motivo de tanto odio. Sólo podemos tener especulaciones. 


IN VATINIO
CONTRA VATINIO


Interrogatorio

Desde el comienzo Cicerón expresa su odio contra Vatinio(1), diciendo que incluso había sobornado a lso jueces para que Sestio fuera condenado, cosa que no logró. 

El paso por la política de Vatinio no estuvo exento de dificultades, e incluso se llevó el repudio de los ciudadanos en cada administración que tuvo. Como cuestor en Mauritania, como tribuno de la plebe donde cometió actos de pillaje en Hispania. 

De algún modo, Julio César fue el responsable de los cargos políticos de Vatinio. Cicerón utiliza estos hechos para de paso criticar a Julio César a través de la mala gestión de Vatinio. De hecho, Vatinio cometía los crímenes más vejatorios (que incluso imitaba de figuras pasadas) amparandose y escudándose en la figura de Julio César para no ser castigado. 

Delación de Lucio Vetio

Lucio Vetio era un criminal que intentó asesinar al mismísimo Gneo Pompeyo. Afortunadamente nunca pudo concretar el plan, pero Vatinio utilizó a este hombre para realizar otros planes siniestros. Uno de ellos era usar las delaciones de Vetio para aplastar a Lucio Domicio. Lo mismo pasó con Léntulo y Lucio Paulo, quienes para su fortuna tampoco funcionaron las delaciones. 

Las preguntas de Cicerón fueron vinculadas a estos casos ya algunos otros pequeños que se le acusaban a Vatinio. 

Conclusión

Lamentablemente, las respuestas de Vatinio nunca fueron descubiertas y solo nos quedan las dudas y acusaciones de Cicerón. Si bien esta fue una acusación que hacía el orador contra Vatinio, éste no fue un juicio o algo por el estilo. De hecho, ni siquiera se ha encontrado el cuerpo de Vatinio, sólo se sabe cuándo nació, pero no donde pereció. En fin, otro de los diálogos cortos y solubles de Cicerón que nos va entregando más información de su vida privada y académica. 

martes, 10 de mayo de 2016

Marco Tulio Cicerón - Pro Sestio (En defensa de Publio Sestio) (56 a.C.).

Uno de los amigos más cercanos de Marco Tulio Cicerón, pues lo ayudó con la conjura contra Catilina, lo ayudó en su regreso del exilio, lo ayudó a recobrar el derecho a la ciudadanía, entre otras muchas cosas. Publio Sestio fue acusado de corrupción electoral, una acusación gravísima que lo podría llevar a la pena de muerte sin remedio. El futuro de Sestio está en las manos de Cicerón quien con todas sus fuerzas, defenderá a su mejor amigo; a quien mejor ha defendido.

Referencias:

(1) Pelotón de diez soldados con un jefe. 

PRO SESTIO
EN DEFENSA DE PUBLIO SESTIO 


Situación de Publio Sestio


El padre de Sestio fue uno de los más nobles ciudadanos de la república romana. en el año 91 ya había sido elegido tribuno de la plebe. 

Publio Sestio se casó con la hija del senador Gayo Gabinio. Fue cuestor del colega de Cicerón llamado Gayo Antonio junto con el cual hizo un magnífico trabajo en la cuestura. Expulsó al tribuno militar de Antonio, el cual era un ejército infame y corrupto en Capua. Prueba de ello son los decretos de los decuriones(1) que se hicieron en Capua. Su hijo Lucio Sestio lee para todos el decreto. 

Dicho decreto habla sobre la buena gestión que hizo Sestio en Capua y además aparece la referencia de Cicerón, ya que en ese tiempo el orador era cónsul de la provincia. 

Son otros los cónsules que han hecho más daño que cualquier otro a la república. Cicerón justamente quiere atacar a sus enemigos de siempre Pisón, Gabinio y Clodio, realzando la figura de Sestio a como de lugar. 

Entre Sestio y Milón

La acusación de Sestio recae en que luego de adherirse al regreso del exilio de Cicerón, éste se resguardo con una milicia para que no lo mataran (pues Clodio quería acabar con todos los aliados del regreso del orador). Lo mismo pasó con Milón (quien por cierto sería culpado de asesinar a Clodio más tarde). 

Finalmente, el caso de Sestio se resolvió como lo que conocemos actualmente con el nombre de ''legítima defensa''. 


Conclusion

En general, este discurso, que además representa uno de los casos menos dificultosos del orador, nos muestra la astucia inquebrantable del orador quien ni siquiera, a pesar de su exilio, ve mellada su oratoria y defensa de sus clientes. Los enemigos de Cicerón siguen sin descanso tratando de hundir a sus amigos (ya que no pueden con él), pero que en palabras finales nunca logran cumplir o satisfacer sus objetivos. 

lunes, 9 de mayo de 2016

Marco Tulio Cicerón - De Provinciis Consularibus (Sobre las provincias consulares) (56 a.C.).

Uno de los problemas más relevantes en la Antigua Roma fue la distribución y administración de las provincias en disputa y las que se ganan recientemente. Como a nuestro filósofo no le queda ningún tema sin resolver, el orador nos habla de la urgente resolución que se debe dictar en algunas provincias como la Galia (actual Francia), Siria y Macedonia. Todo esto tiene precedentes con fines políticos, pues Julio César se adjudicó el territorio de las dos Galias (Cisalpina y transalpina). Enemigo de Marco Tulio Cicerón. César hará de todo para seguir dominando dichas provincias consulares.  

Referencias:

(1) General y político romano perteneciente al partido optimate.
(2) El padre de L. Pisón quien fuera suegro de Julio César. 
(3) Conocida como una antigua reina de Siria.
(4) La cual posteriormente sirvió para invadir Britania. 

DE PROVINCIIS CONSULARIBUS
SOBRE LAS PROVINCIAS CONSULARES


Situación de las provincias

Cicerón presenta su desconcierto a causa de los dueños de dichas provincias (Galia, Siria y Macedonia). Por lo que comenzará relatando una por una las quejas y problemas que tiene con cada una de ellas. 

Macedonia: Provincia Romana (146 a. C. - 396 d. C.)

Esta provincia fue fundada en el año 146 a. C. que antes estaba dominada por los griego, teniendo su rey Andrisco de Macedonia; derrotado en 148 a. C. por Quinto Cecilio Metelo(1).  

La tranquilidad que tenía Macedonia hasta estos tiempos era envidiable a otras provincias. Sin embargo, con la invasión de los enemigos fronterizos la ciudad se ha visto cada vez más con problemas y ruinas a su paso. Macedonia parecía estar en control de los invasores más que de los romanos. 

En cuanto al asunto consular, el máximo jefe de la provincia era Cesonio Calvencio(2). Una mala administración y complicidad con los pueblos de afuera hacen de Macedonia una ciudad afortunada. Todas sus esculturas y los pocos vestigios de cultura que quedan en Macedonia se deben a dicha administración. 

Siria: Provincia Romana (64 a. C - 638 d. C.)

Con capital en Antioquía, Siria fue una de las provincias más antiguas e importantes de La república romana. El responsable de convertirla en provincia romana fue Gneo Pompeyo tras derrotar al rey Antíoco XIII.

El cónsul de dicha provincia era Gabinio (considerado por Cicerón como la nueva Semiramis(3)), el cual era un pésimo administrador de Siria. Traficaba esclavos y aliados con los pueblos invasores, aparte de tener el dinero del patrimonio de la ciudad para su uso personal y no en beneficio del pueblo.

Galia:  Provincia Romana (58 a. C. - 486 d. C.) 

En los tiempos de la república romana, los territorios galos eran dos y uno se llamaba Galia Cisalpina (ubicado al norte de Italia) y Galia Transalpina (también ubicada al norte y más allá de los alpes). 

Julio César había ganado estos territorios con mucho esfuerzo; sin embargo, las guerras continúan pareciendo insostenible la situación. De hecho,Cicerón nos dice que si no fuera por los alpes que protegen Italia, ésta ya hubiera sido invadida por los galos de manera muy fácil. 

Situación entre César y Cicerón

Nadie se sorprendería con deducir que Julio César y Marco Tulio, pues de hecho pertenecían a distintos partidos políticos. Es natural que Cicerón critique la posición de César en las Galias; sin embargo, este no la crítica, pero tampoco la defiende. 

En efecto, Cicerón reconoce la gran fuerza con que César pudo ganar la guerra de las Galias(4), pero su administración no es de lo mejor. 

FInalmente, Gabinio y Pisón son retirados de sus provincias, mientras que a César lo dejan en las Galias hasta que acabe con los invasores (guerra que aún sostiene). 

Conclusiones

El ataque de Cicerón contra sus contendores políticos no para ni en el más mínimo aspecto. La provincia más crítica era la de las Galias ,y hasta en este punto consiguió que se retirara al mismísimo Julio César del lugar más preciado por éste. Por supuesto, el ataque contra los cónsules no terminará aquí. Quizás ya no serán por las mismas razones como de las provincias consulares, pero ya nos sorprenderá con otra defensa o acusación.