martes, 6 de enero de 2015

Platón - Epinomis (o el filósofo).

Este libro es la continuación al libro Las Leyes, de hecho, se dice que éste libro sería el apéndice del libro las leyes. Aquí nos encontramos con los mismos personajes: Clinias, Megilo y el Ateniense. Esta vez se reúnen los 3 dialogantes para conversar algunas cosas que quedaron pendientes y desarrollar una temática que gira en torno a la vida del filósofo. Sin duda han habido muchos cuestionamientos a la existencia de éste libro, pero no deja de ser interesante todo lo que aquí se dice.

Referencias:

(1) Entiéndase esto en el contexto de la medicina antigua.

(2) También llamada ''La estrella de la mañana''.



Eπινομίς

Personajes:


- El Ateniense.

- Clinias.

- Megilo.



Contexto:

El contexto comprende a los mismos personajes del libro Las Leyes. 

La felicidad en los hombres

El Ateniense comienza diciendo que nadie puede ser realmente feliz. La vida es un estado de sufrimiento considerando incluso el principio de la vida. Ni siquiera la sabiduría se puede alcanzar puesto que esta no pertenece al hombre y éste siempre se ve angustiado por no poder alcanzarla. 


Las artes que no proveen de virtud

A muchos se los ha considerado sabios por las cosas que fueron capaces de hacer en tiempos pasados, pero que ahora parecerían ser simples artificios. 

Un ejemplo de esto es el proceso de convertir el trigo en harina. Si bien no es un mal procedimiento (e incluso fue muy útil para su época), al creador de éste método no se le podría llamar ''sabio''. Por otra parte, el Ateniense dice que a la agricultura en general no tiene nada de sabiduría, sino más bien naturalidad e inspiración divina. 

La construcción de casas, la arquitectura, el trabajo en maderas, metales, en barro o en tejidos son cosas útiles y que sirven para la sobre vivencia, pero no están vinculados necesariamente con la virtud. Nada de ésto engrandece el alma y la sabiduría, según el Ateniense.

Las artes de entretenimiento

Nada que este relacionado con el verso, la prosa o el dibujo puede estar relacionado con la sabiduría. Todas estas artes proceden de la imitación, como ya hemos visto en los libros de La República (sobre todo el Libro X ). 

Las artes en los oficios

Tenemos también el arte que proviene de la guerra, si bien este arte no pertenece al entretenimiento, fortalece el valor en los ciudadanos. En este aspecto, el arte de la guerra está vinculado de una manera mucho mejor con la valentía más que con la sabiduría.

El arte de la medicina tampoco podría estar vinculada con la sabiduría debido a que lo que se hace en medicina está relacionado con la memoria y la rutina(1). 

¿Qué ciencia nos sirve?

Antes de hablar de esa ciencia que nos provee de sabiduría, el Ateniense quiere hablar del Dios que nos la provee. A éste Dios que se refiere el Ateniense, es el Cielo. Es él quien ha dado al hombre la capacidad de pensar y de ver las cosas tal como son. Es el cielo el que vio el despertar del hombre y su evolución hasta nuestros días. Y la ciencia que lo acompaña, es indudablemente las matemáticas.

Sin el conocimiento de los números, el hombre no podría llegar a la sabiduría. Solo sería capaz de ejercer la memoria y los sentidos para lograr sus acometidos. Sin los números no se puede llegar a la razón y sin razón, no se puede llegar jamás a la sabiduría. Y finalmente, el que no puede ser sabio no puede ser feliz. 

Ninguna ciencia puede ser construida sin números. No importa su rango de utilidad, ninguna ciencia puede sostenerse por sí misma sin los números. El cielo y las matemáticas son los encargados de enseñar a los hombres las cosas del universo y de sí mismo porque gracias a la continuidad de los días y las estaciones del año, el hombre se ha visto obligado a establecer fechas y días que lo ubican en el tiempo. 


El origen de los dioses


En este apartado el Ateniense continúa refiriéndose a los ateos que habíamos comentado en el Libro X  de Las Leyes y se vuelve a recordar que el alma es anterior al cuerpo. 

Luego de tal introducción, se comienza a establecer el origen de los dioses. 

Definición del animal

La unión entre el cuerpo y el alma forma lo que todos llamamos como ''animal''. 

Los elementos y la sustancia

Existe 5 cuerpos elementales:
  1. Fuego
  2. Alma
  3. Aire
  4. Tierra
  5. Éter
Según la predominancia de cualquiera de estos elementos, se tendrá determinado animal. De aquí se desprenden algunas especies:

  • Primera especie: Referida a todos los animales que están en la tierra (incluyendo a los hombres) sean estos con muchos pies o sin ellos. Aquí predomina el cuarto elemento: La tierra.
  • Segunda especie: Referida a los animales que pueden ser producidos y ser vistos. Aquí predomina el primer elemento: El fuego.
Entrando en el análisis de esta dos, tenemos que la primera especie se mueve sin ninguna regla. La segunda especie, que es representada por la predominancia del fuego, se mueve con una armonía y orden admirable. Consideremos que lo que se mueve sin regla está desprovisto de razón, mientras que lo que se mueve con orden está provisto de razón. 

Los cuerpos celestes siempre se mueven en la misma dirección y siempre hacen las mismas cosas y se mantienen en ellas. Es por esto que a los astros también se les llama cuerpos inteligentes debido a éste movimiento que el Ateniense exclama. Estos cuerpos celestes solo tienen movimientos gracias a una fuerza más grande, esa fuerza es Dios. Dios tendría también que ser inteligente puesto que siempre tiene el mismo movimiento, nunca cambia.

Sería imposible que todos los cuerpos celestes se muevan sin un movimiento interior que los lleve a su tan exactas acciones, el elemento que las mueve es el alma.

En conclusión existen dos sustancias: 
  • Una corporal
  • y otra espiritual
La diferencia entre ellas es que el espíritu (o alma) tiene inteligencia y el cuerpo esta desprovisto de ella. El alma es la que manda y el cuerpo es el que obedece. 

Por lo tanto, de los cuerpos celestes se pueden decir dos cosas:
  1. Que son dioses y que por lo tanto hay que venerarlos como tal.
  2. O que son las imágenes de los dioses y hay que venerarlas como si fueran estatuas de dioses.
Como conclusión, la primera especie nombrada es mortal y la segunda es inmortal. 

Otro tipo de especie

Los dioses son inmortales y pueden aparecer cuando ellos lo estimen conveniente. Ellos son los que dirigen los movimientos de los astros (a no ser que los mismos astros sean dioses) y ordenan la sociedad de los hombres. Pero aún existe otra especie que es cercana a los dioses, pero que su elemento principal es el aire, estos seres son los demonios. Mientras que los dioses tienen como elemento principal y predominante el éter, los demonios tienen como elemento original y predominante, el aire. Ninguno de ellos puede ser visto (ni los dioses ni los demonios).

Ocho poderes en el cielo 

El Ateniense asegura que existen 8 poderes en el cielo y que son un conjunto de hermanos. Ellos son:

  1. El sol
  2. Luna
  3. Venus(2)
  4. Mercurio
  5. Marte
  6. Júpiter
  7. Saturno
  8. Mundo superior

Todo griego debe tener conocimiento de estos temas, así como también comprender que el clima de Grecia es uno de los más saludables al tener un clima en medio del frío del invierno y el calor del verano.



La ciencia de la astronomía

La causa de la ignorancia es la mala práctica que se hace de la virtud. Las personas que practican la virtud son las que benefician al Estado, son las que pueden enseñar a otros que son menos doctos. Y no solo están dispuestos a enseñar, sino que también a aprender.

Existe una ciencia que es la única que puede inspirar piedad en los dioses. Una ciencia que lleva intrínsecamente la disciplina de las matemáticas, ésta ciencia es la astronomía. 

La forma de estudiarla se basa en el estudio de los 8 poderes mencionados anteriormente, sobre todo los 7 que son planetas. Luego tenemos en segundo lugar la geometría que hace conmensurables a todos los objetos de la tierra y del cielo. 


Conclusión

La astronomía sería el estudio por excelencia para alcanzar la sabiduría y también para venerar a los dioses. El llamado ''apéndice'' del libro Las Leyes ha estado fuertemente cuestionado por los expertos estudiosos de la filosofía griega. Sin embargo, es innegable el contenido platónico que tiene éste libro, sea quién lo haya escrito, continuó muy bien el trabajo del filósofo. En mi opinión, un libro que reitera la importancia de las matemáticas y el sistema solar en la educación y el saber.

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