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sábado, 23 de septiembre de 2017

Budismo - Filosofía y pensamiento.



Las ideas de Siddhartha Gautama, más conocido como el Buda, han traspasado muchas generaciones de pueblos en busca de una verdad única que los satisfaga. Los conceptos de karma, reencarnación, ausencia del yo (o no-yo) son temas fundamentales en el pensamiento budista, ideas que en primera instancia nos parecen muy actuales. Siendo heredero de la religión hinduista, el budismo se apoya en la novena encarnación de Visnú que alcanzó el nirvana a través de la meditación para alejar a Mara, el representante del Ego. Veamos en más detalle lo que significa el Budismo. 

ANTES DE LEER, recomiendo que se lea la vida de Siddhartha Gautama.

Referencias:

(1) Quizás, una de las cosas más parecidas a la moral de Aristóteles

BUDISMO
Desarrollo del budismo temprano en India

Las primeras sectas

El budismo nace como una respuesta al hinduismo tradicional que se practicaba en la India. La preocupación por las castas era una cuestión importante para el hinduismo, donde sólo los hombres de la India podían ser hinduistas, mientras que el budismo se hacía más flexible aceptando a cualquiera. 

En estos tiempos surgieron dos tipos de budistas: los monjes y los laicos. Estos tipos de budistas consideraban la ambición algo que pertenecía a los ociosos, y por eso se alejaban de ella. Sin embargo, la diferencia entre los monjes y los laicos es que los laicos no estaban tan preocupados por alcanzar el nirvana que por tener una buena reencarnación. 

Los bhakti

El movimiento de los bhakti fue fundamental en la historia del budismo, ya que éste lo influenció. Estos enfatizaban la fe y la devoción en la deidad salvadora quien proveía la salvación para todos. Esto era totalmente diferente a lo que el Buda quería de sus discípulos, pues éste quería que sus discípulos sólo se abocaran a seguir el dharma. Los budistas tomaron en cuenta las enseñanzas de los bhakti para aplicarlas al budismo, es decir, con el mismo fervor que los bhakti adoraban a los dioses hindúes, los budistas adoraban a Buda.

Los monjes no estaban separados de los laicos, ya que los monjes no se alejaban del mundo como se puede pensar de otros monacatos. Los monjes eran hombres que se acercaban a otras comunidades para propagar la palabra del Buda

No obstante en el siglo X después de Cristo, la India fue invadida por los musulmanes. Los laicos no tuvieron mucho interés en la restauración del budismo, por lo que en esos tiempos el budismo apenas pudo sobrevivir. 

Concilios budistas

Los concilios eran concernientes a los temas de la fe y la práctica de los monjes. Durante la historia siempre han habido controversias sobre si estos concilios realmente eran buenos o no, e incluso si existían o no.

El primer concilio se hizo en Rajagriha inmediatamente después de la muerte del Buda. Según el mito, este concilio se componía de 500 monjes y tenía la responsabilidad de la disciplina monástica. Los misioneros del concilio fueron enviados a varios países para promover las enseñanza del Buda.  

Cismas sectarios

Primero debemos conocer el concepto de ''cisma'' para continuar esta parte. Cisma quiere decir ''división'' la cual siempre se produce dentro de una organización ya sea por diferencias ideológicas, o por diferencias prácticas. 

Pasaron aproximadamente 140 años después de la muerte del Buda cuando la comunidad budista tuvo su primer cisma, aunque este ya estaba componiendo hace tiempo. Los budistas se dividieron en dos grupos:

  • Mahasanghika (Gran concilio)
  • Sthaviravada (Antiguo concilio)

De aquí salieron más cismas y sectas que dividieron la unidad budista:

Mahasanghika:
  • Mahayana 
  • Theravada

Sthaviravada:

  • Sarvastivada
  • Sautrantikas

Entraremos a explicar cada una de estas sectas que se originaron a partir del primer cisma budista.

Primeras escuelas

Theravada (Sthaviravada)

El budismo estaba codificado en el Theravada que era la literatura sagrada (canon) durante los 500 años después de la muerte del Buda Gautama. La escuela Theravada es la única sobreviviente de los tiempos antiguos del budismo, predominante en Sri Lanka y ek sudeste asiático. 

Sarvastivada (la enseñanza de todo lo que existe)

Este grupos se separó de la escuela Theravada en los tiempos del emperador Asoka (273 a. C. - 232 a. C.). Las razones fueron de que la escuela de Theravada se basaba principalmente en el sermón y la narrativa del Sutra (que era una división del canon budista). Por otro lado, los Sarvastivada enfatizaban el dogmático y abstracto Abhidhamma que es un tratado de psicología, ética y epistemología. 

Esta escuela decía que todas las cosas pasadas, presentes y futuras existen por un agente de conocimiento en el momento de pensarlas; de no ser así  no existirían (el karma es un ejemplo). Esto se basa en dos componentes que son el nombre y la materia; la materia es lo que tiene aspectos y además es definible, mientras que lo conocible (nombre) es aquello que es sustancial a la experiencia mental y a la persona humana. 

Sautrantika (aquellos que confían en el Sutra)

Esta escuela surge de la enseñanza de Ananda, uno de los amigos cercanos del Buda. Para ellos, los factores del karma son insustanciales y momentáneos, desapareciendo tan pronto como aparecen; luego aparecen nuevamente. 

Así, lo único que existe son estados psíquicos de continuidad pero también de modificación de ellos. Por otro lado, el ser individual no existe en el sentido absoluto ni en el pasado, ni en el presente ni en el futuro. 

Mahisasaka

Recibe su nombre por su fundador Pali Mahimsasaka. Sus orígenes se remontan a los desacuerdos de las reglas que ocurrieron en el concilio de Rajagrha (483); sin embargo, algunos de estos parecen haberse desarrollado después de los Sarvastivada. Los mahisasakas sintieron que el estado de un arhat (quien ha alcanzado la iluminación) es irreversible,y así no usaron la regla de la transmigración. 

Dharmaguptaka

Otra escuela que fue fundada por uno de los primeros discípulos del Buda llamado Maudgalyayana. Estos sostenían que el Buda no era parte del sangha (comunidad budista), consecuentemente, él era un regalo dado para el que era infinitamente superior a su propia comunidad. El destino del Buda no es el mismo que el de sus discípulos.

Se dice que este grupo sería aquel que originaría a los Mahasangika.

Sammattya 

Una escuela que tenía mucha difusión en el siglo III a. C., y que mantenía los rechazos de las infecciones morales se tenía que llevar de manera gradual hasta alcanzar la completa consciencia. 

Para esta escuela, un acción desaparece pero siempre deja algo, una especie de esencia que puede dejar consecuencias. 

Vinaya 

Enfatizaba con mucha fuerza la ordenación y disciplina tanto de los monjes como de las monjas budistas. En otras palabras, Vinaya sería la escuela que monitorea el comportamiento de los votos de disciplina. 

¿Acaso no había disciplina en tiempos del Buda? realmente no una disciplina estricta, pues el Buda vivía con pocos discípulos donde no era necesario una regulación ni mucho menos. Sin embargo, con el tiempo la comunidad (sangha) comenzó a crecer y tuvieron que poner reglas para la conducta, ya que entraban muchos hombres con más y menos habilidades monásticas. 


Escuelas de la transición

Mahasanghika

La escuela Mahasanghika continuó en el tiempo debido al éxito que tenía en enfatizar un enfoque más abierto a la comunidad. Tenía una visión menos estricta de la disciplina de los budistas, junto con una mirada metafísica del Buda, es decir, considerado casi una divinidad sin una mancha de mal karma. 

Tan solo la pronunciación del nombre del Buda significaría referirse a una especie de deidad infinita, de una especie de perfección que no puede darse en otro hombre. 

Lokottaravada

Postulaban que en este mundo ninguna cosa es real en absoluto; al contrario, estas existen de manera atemporal, pues lo único que es real son los dos vacíos: las personas y las cosas. 

Vatstputriya

Esta escuela postula que la consciencia de una persona es mucho más grande que la persona misma, es decir, la consciencia es la esencia de la persona. Donde quiera que esté la consciencia, hay un sujeto consciente que la tiene. 

Satyasiddhi

Esta escuela designaba a las cosas como meras designaciones desprovistas de realidad. La escuela decía que el pasado ya no existe, el presente desaparece a cada momento y el futuro no podemos saber qué es. De este modo, el sentido de continuidad de las cosas es una ilusión

Misticismo en el budismo

Tantrismo

En todas las formas del budismo existe algo de misticismo y esto se debe a la inefabilidad (lo que no se puede explicar con palabras) de las experiencias que se dan en las prácticas budistas. En otras palabras, el misticismo budista tiene un tipos de conocimiento que va más allá del intelecto. 

El tantrismo (también conocido como Vajrayana o Mantrayana) ganó prominencia en varias partes de la India, alrededor de los siglos II y IV. Tiene sus bases en el samsara (los ciclos de reencarnación del hinduismo) y en el Nirvana (iluminación). 


Es una corriente que surgió en el budismo (pero que también está en el hinduismo y en el jainismo) que habla sobre la aceptación del hombre como ente pasional y carnal. 


El tantra es una tradición esotérica que canaliza el deseo material para convertirlo en deseo espiritual. Se descubre una energía cósmica a partir de la servidumbre de las pasiones, que, eventualmente pueden suspender la conciencia del ''yo'', que es el objetivo del budismo. 

Como dijimos el tantrismo no sería una actividad meramente intelectual, porque también concierne al cuerpo. En realidad, todo proceso físico-psicológico es un camino para alcanzar la iluminación. Sin embargo, esta iluminación no puede alcanzarse sin la instrucción de un buen maestro que ya haya alcanzado la iluminación. 

Práctica del tantrismo 

La iniciación del tantrismo se divide en cuatro pasos:

Kriyatantra:

Lo primero que hace el maestro es hacer entender a su pupilo sobre el sufrimiento y la compasión a través de la meditación de la transición de la vida. 

Caryatantra:

Luego de que el alumno es instruido en estos aspectos, el maestro pasa a enseñar los ejercicios de yoga y contemplación para producir la experiencia interna que corresponden al crecimiento del espíritu. 

Yogatantra:

Se experimenta una conexión con los dioses a través de la ayuda de los mudras que son ejercicios y posturas meditativas) junto con el mantra (frases y oraciones sagradas). 

Anuttarayogatantra:

Finalmente, tenemos el diseño de la mandala que representa al símbolo del universo. 

Luego, esta última fase se divide en dos pasos más:


  1. El uso del control de la imaginación lo cual permite la experiencia de la unión. 
  2. Es el maithuna, que sería el acto sexual espiritual, o como llamamos hoy en día ''sexo tántrico''.

Por supuesto, cabe destacar que en el paso dos el sexo que ocurre no es un mero coito entre dos personas, pues quien llega a este paso ya tiene una madurez espiritual que no logra mezclarse con lo carnal. 

A lo largo de la historia del budismo, el tantrismo fue acusado de desviarse del budismo por fomentar el adulterio, aunque se dice que el tantrismo va más allá. De hecho, como todo acto budista, todo tiene que tender más allá del bien y del mal. Por lo tanto, el acto de adulterio, que es condenado en el budismo, estaría mal y en consecuencia no se puede considerar dentro del tantrismo, ya que la base de este es ir más allá del bien y el mal.

Budismo tibetano

El budismo tibetano proviene de la síntesis de Mahayana y el pensamiento tántrico. Esta clase de budismo consiste en el elemento sems que es el elemento mental, que también significa luz. El modo de alcanzarlo es el altruismo y quienes lo ejercen son llamados bodhisattva, que a su vez dedican su vida al esfuerzo del despertar, de la empatía y de la compasión. 

Surgió durante los años 620 y 649 en el reinado de Srong-brtsan-sgam-po cuyas dos esposas fueron patronas de la religión y más tardes fueron consideradas en la tradición popular como las reencarnaciones de Buda conocida como Tara. Entre los años 775 y 797 fue construido el primer monasterio en Samye por el rey Khri-srong-ide-bstan. Uno de los primeros monjes fue Padmaasmbhava junto con Santiraksita. 

En el tibet ya existía una religión llamada Bon que era considerada una corriente chamánica. Se decía que el maestro Padmaasmbhava había subyugado a  los espíritus de los Bon y los puso al servicio del budismo. 

El maestro espiritual del budismo tibetano es el llamado lama (que a su vez significa maestro espiritual), quien era capaz de mostrar el camino de la iluminación. 

Budismo y filosofía

El aspecto moral

No imaginemos el budismo como una especie de sistema como lo hizo Aristóteles en la Antigua Grecia. Los conocimiento del budismo son tremendamente interpretativos, aunque tampoco son difíciles de leer o comprender. 

En primer lugar tenemos el aspecto moral que parte de una de las primeras experiencias del Buda en la vida:

''La existencia es sufrimiento''

¿Quiere decir esto que no hay placeres y alegrías en la vida? No, lo que quiere decir esta frase es que si bien hay placeres, estos son perecibles, impermanentes e incluso pueden volverse en lo contrario. 

De alguna manera, nunca hay una total satisfacción si el hombre se enfoca en los placeres, y he aquí la causa de todo sufrimiento. El deseo de querer es una de las causas más grandes del sufrimiento y el deseo más grave sería el deseo de placer sexual.

La conducta del budismo se sigue en tres pasos: moralidad, concentración y clarividencia (ver la verdad). Es decir, lo primero que tenemos es la conducta, si no tenemos buena conducta, entonces no podemos concentrarnos y por lo tanto, no podremos ver. En cambio, si tenemos buena conducta, nos concentramos y podremos conocer el bienestar. 

Este sería el punto medio entre vivir una vida en extremos (indulgencia y sufrimiento) que el Buda proclamaba(1)

Las abstenciones

El sector laico del budismo tenía cinco principios:

  1. No matar
  2. No robar
  3. No fornicar
  4. No mentir
  5. Evitar el alcohol y las sustancias embriagantes

Estos principios se debían llevar a cabo de forma gradual, ningún discípulo pudo seguir esos principios de forma instantánea. Por cierto que estos principios son muy difíciles, sobre todo cuando se dice ampliamente ''No matar'', pues esto implica a toda criatura viva. La mentira es otro concepto difícil de dejar cuando se ha instalado en el mundo y en las relaciones sociales. 

¿Quién podría atender a estas abstenciones? aquellos que realmente se comprometen con el budismo. Aquellos hombres llamados ''renunciantes'' (samnyasin sadhu) que dejan su casa para no tener casa. 

Los budistas laicos querían llevar aún más al extremo las cinco abstenciones añadiendo tres más:

  1. No comer alimentos sólidos después del mediodía hasta la mañana siguiente. 
  2. No utilizar asientos o camas lujosas
  3. No bailar, cantar o usar flores o guirnaldas

Otros llegaban al extremo de tener una abstinencia tal, en el cual no debían tocar ni oro ni plata. 

Los cuatro estados infinitos

Los cuatro estados infinitos en el budismo son:

  1. Benevolencia
  2. Compasión
  3. Alegría altruísta
  4. Ecuanimidad

Estos estados no son invenciones budistas, los hinduistas ya hablaban de los 4 estancias de Brahma (dios hinduista). 

Estos son los sentimientos del sabio, no son sentimientos pasionales ni mucho menos relacionados con deseos de retribución. Entre las cuatro, la más importante es la benevolencia porque de ella se puede conseguir el resto. 

Como podemos ver, el budismo quiere y exalta la necesidad de apartarse del ''yo'' a través del Nirvana, y servir a los demás demostrando esta verdad. Utilizando un mito, el budista sería aquella liebre que arrojándose al fuego sirve como alimento a los cachorros de la pantera. 

El concepto de virtud

Luego de tener benevolencia para con los demás que significaría obtener la ausencia del yo, viene otro concepto a tener en cuenta que es la virtud budista. Esta consiste en hacer el bien sin darnos cuenta, sin notarlo, es decir, es un bien que se ignora. La moral no es un bien en sí mismo pues ayuda al estado final que sería el Nirvana. 

La virtud sería traducida como paramita que abarca seis conceptos más:

  1. Don y perseverancia
  2. Moral
  3. Paciencia 
  4. Heroísmo 
  5. Recogimiento
  6. Discernimiento último

El hombre sabio renuncia a sus riquezas, pero no renuncia a su don. Por otro lado, el hombre espiritual renuncia  las riquezas y renuncia a su don también. Como vemos y como hemos dicho en la vida de Buda, la concepción del ''yo'' es una falsedad y el hombre debe deshacerse de ella. 

Cuando hablamos de un don se nos viene a la cabeza dos ideas: el don y el donante. El hombre espiritual y budista debe deshacerse de las dos ideas si quiere alcanzar la iluminación. Este sería uno de los extremos del budista, pues aparte de no recibir la ''cosa'' tampoco recibe alguna retribución por dejar esa cosa. 

La moral se entiende de manera parecida, pues no se puede estar en el extremo del bien, como tampoco en el extremo del mal. Por ejemplo, si un hombre no quiere pecar y se afirma sólo en el bien tomando aversión al mal, entonces está tomando un extremo. La moral budista implica alejarse tanto del bien como del mal; alejarse del bien, ignorándolo; alejarse del mal cuidándose de él.

Karma

Existe una controversia sobre si este concepto nace del hinduismo o nace del budismo, pero la verdad es que está mucho más vinculado al segundo que al primero. 

La interconección entre el hombre y el universo es la llamada doctrina del karma. Una doctrina similar al karma pertenece al hinduismo donde la reencarnación dependerá de cuánto bien y cuánto haya hecho el hombre a lo largo de su vida.

Todo consiste en que en el universo existe una fuerza que hace que el hombre reciba bien o mal dependiendo de sus acciones. De acuerdo con esto, el universo hace que reciba el bien de vuelta, y el que haga mal, el universo hace que reciba el mal de vuelta. Algunos karmas se desarrollan en la vida actual del individuo, otros en la vida siguiente y otros en otras vidas más lejanas. 

Uno de los problemas el karma puede ocurrir cuando se mezcla con la teoría de la reencarnación, y, al mismo tiempo, mantener la doctrina de que el ser humano no es permanente (el no-yo). En otras palabras, la idea del ''yo'' es una idea falsa, pues todos estamos en constante cambio. 

Si esto es así ¿cómo podemos decir que reencarnamos siendo que mi ''yo'' no existe? En otras palabras, ¿cómo puede sostenerse la reencarnación sin un sujeto (yo) para reencarnar? Este punto ha quedado como insoluble o bien como una debilidad y contradicción del budismo. 


Ceremonias y festividades

Uposatha

Los días de luna llena y de luna nueva, los budistas tienen una celebración llamada Uposatha. Los budistas laicos se reúnen con los monjes y les dan propina en cada templo budista. Los ritos religiosos tienen que ver con las cinco abstenciones nombradas anteriormente, durante los días de la Uposatha (4 días  del año generalmente). 

Vassa

Es una especie de retiro budista donde se dan regalos a los monjes budistas. Los budistas laicos toman los votos de los monjes y cuando este termina vuelven a sus vidas normales. Se celebra porque es la representación de cómo la madre de Siddhartha, al ver que su hijo se iba a tener una vida monástica, se quitó la sotana por una noche. 

El festival de las almas perdidas

Se celebra en el día 15 del mes séptimo para conmemorar a las personas que han muerto en la tierra y en el mar. Se hacen unos barcos de papel, se arrojan al mar y finalmente se les enciende en el atardecer. 

Ceremonia Tonsure

Ceremonia llevada a cabo cuando un hombre decide ser un monje o monja para entrar en el sangha. Este consiste en afeitarse la cabeza de modo que siempre esté limpia. 


Controversias

Suicidio

En el budismo no hay problema si alguien tiene la decisión de suicidarse. Sin embargo, existe la excepción de cuando el suicidio es cometido por la razón de depresión o pasión. El budismo considera estos dos estados una perdición entre el amor y el odio que no puede ser concebida. 

Riqueza

Al ser la pobreza un aspecto del sufrimiento humano, el budismo postula que no está mal generar riquezas siempre y cuando se utilicen adecuadamente, y que vaya en destino hacia los otros. 


Conclusión

Al fin tenemos todas las características generales del budismo, incluyendo su lado místico y esotérico. Puedo decir que en una sociedad acostumbrada al consumo y al capitalismo es tremendamente difícil ser budista. ¿Quién puede alcanzar lo que está más allá del bien y el mal, y además dejar la existencia (o en palabras budistas, la falsedad) del ''yo''? Supongo que bastaría una vida entera para dedicarse a la iluminación y alcanzar el nirvana. 

miércoles, 31 de mayo de 2017

San Agustín de Hipona - La ciudad de Dios (Libro I: Contra los paganos) (413).

Ya nos van quedando pocas páginas que revisar de la obra de San Agustín de Hipona y, afortunadamente, tenemos esta penúltima obra (así la llamamos ya que la última vendrá luego de todo el tratado de este libro, aunque en la cronología de los libros de San Agustín no sea así) para ver el lado más político y, nuevamente, su lado más filosófico de la historia; sobre todo de la historia del Imperio Romano. Es el último siglo que el Imperio permanecerá vivo, y buena razón es esta para que los herejes y paganos den vuelta las cosas que pertenecían a este. San Agustín permanece incólume ante los alborotos y escribe la siguiente obra que daremos a conocer a continuación.

Referencias:

(1) La violación de Lucrecia no fue un hecho menor, pues hizo que se acabara la monarquía y comenzara la república en 509 a. C.

LA CIUDAD DE DIOS

LIBRO I: CONTRA LOS PAGANOS

El saqueo de Roma



Para entender de qué período de la historia habla aquí Agustín de Hipona, debemos primeramente hablar sobre el año 410 d. C., donde el saqueo de Roma toma lugar. 

Primero debemos hablar sobre el emperador absoluto del Imperio quien era Teodosio I, el Grande. Recordemos que este emperador había hecho grandes cambios en el Imperio, sobre todo en materia religiosa porque es en ese período donde se hizo el Concilio de Constantinopla. 

Luego de que Teodosio muriera el año 395, el Imperio volvía a dividirse con dos autoridades absolutas tanto en oriente como en occidente. Estos emperadores eran Honorio, de occidente; y Arcadio, de la parte oriente. Lamentablemente, estos dos emperadores eran muy torpes e incompetentes que sumieron al imperio cada vez más en el desastre. 

Todos los bárbaros visigodos estaban ansiosos por saquear Roma y robar todas sus riquezas y apropiarse de los terrenos que tenía el Imperio. Arcadio tuvo como la mala idea de poner entre sus filas a un visigodo llamado Alarico, además de hacerlo general militar con un reino independiente. Por otro lado, Honorio tenía a un muy buen general llamado Estilicón, a quien absurdamente mandó a matar por orden de sus consejeros. 

Sin un general para cuidar la parte occidental y dejando al emperador Honorio completamente solo, los visigodos aprovecharon la oportunidad de entrar en Roma y saquearla justamente el 24 de agosto de 410. Junto con todo lo que tomaron y robaron, los visigodos se llevaron a la hermanastra del emperador llamada Gala Placidia. 

LIBRO I: CONTRA LOS PAGANOS

Enemigos de Cristo y enemigos del imperio


Los enemigos de Cristo son justamente los enemigos del Imperio, y estos no son nada más ni nada menos que los paganos. Recordemos que en el siglo IV ya los paganos orientales empiezan a asediar el Imperio para hacerse con él. Estos paganos llegan y destrozan todo lo que encuentran a su paso, a diferencia de los soldados romanos que una vez conquistado los pueblos dejaban intacto los altares y templos (en la mayoría de los casos).

Los paganos culpan el deterioro de Roma a la religión asentada por Constantino I. Argumentan que desde que se instaló el cristianismo, el imperio ha caído en la decadencia y en las manos de los bárbaros. Sin embargo, San Agustín dice que son los mismos paganos los que tienen un comportamiento bárbaro hacia la misma Roma. 

De hecho, antes del cristianismo, Roma era peor con sus adversarios y contra todos los que estuvieran en contra en general. Fue la llegada de Cristo la que ablandó el corazón de los bárbaros y los hizo un poco más civilizados. En otras palabras, la palabra de Cristo no sólo los castigó, sino que también los atrajo a abrazar a Dios. 

Los castigos tanto a buenos como a malos

Nadie puede ser absolutamente bueno,por lo que cabe comprender que cualquiera puede recibir un castigo por un pecado, por más mínimo que este sea. Muchos hombres que se toman por justos se disgustan de las injusticias que suceden cuando el injusto se ve con mayores privilegios, o con la impunidad de agredir a otros. Pero que esto no los desaliente, pues todo es obra del plan divino de Dios, que no deja fuera a los verdaderos justos. 

El justo o hombre bueno debe someterse, tan perfectamente como los malos, a sufrir los males temporales siguiendo el ejemplo del mismísimo Job. Esto se hace para probar a los hombres y ver qué profundidad tienen en su postura religiosa, o cuánto amor desinteresado tienen por Dios cuando pierden todo lo material.

Nada pierde un hombre santo 

Muchos hombres sufrieron por el hecho de que perdieron todos sus bienes en el proceso y fin del saqueo. Sin embargo, ¿qué podría llorar o lamentar un hombre santo? el hombre santo sabe que a esta vida vino sin nada y sabe bien que se irá sin nada; por lo tanto, el hombre que conoce esto sabe que nada puede perder. Lo único que puede perder y puede lamentarse de perder un hombre santo es la fe. 

En dicho saqueo, todos los hombres que perdieron sus pertenencias eran justamente aquellos que estaban alejados de Cristo. Así ocurrió a un obispo llamado Paulino quien guardó sus riquezas para que los bárbaros no le robaran. Así oraba Paulino:


''Señor, no sea torturado yo por el oro o por la plata. Tú bien sabes donde yo tengo toda mi fortuna''

Y así fue pues el obispo no sufrió ninguna pérdida, ya que Dios mismo le había dicho que la guardara en un lugar específico. 

San Agustín asegura que quienes perdieron sus cosas más preciadas fueron aquellos que confiaban su fe a los bienes materiales. Aquellos que tenían su fe en Cristo no perdieron nada, fueran pobres o ricos porque lo importante no es cuánto ha ganado sino que cuanto espiritual es.


La muerte de los hombres

Se le reprocha a Agustín que muchos cristianos murieron , a pesar de que ellos llevaban una vida santa. En efecto, todos los hombres mueren y esto es algo natural; la muerte, de acuerdo a San Agustín, no se debe ver como algo malo y sobre todo si aquel que muere tuvo una vida irreprochable. 

Sepulcro

Nada hay que preocuparse sobre la especie de sepulcro que tenga un hombre. Ningún cuerpo está tan lejos o tan escondido para que Dios no lo pueda encontrar, además de que nada que se le pueda hacer al cuerpo puede afectar el alma. Así dice la biblia:

''No tengáis miedo a los que matan al cuerpo y no pueden matar el alma''
 (Mateo 10:28)

Los funerales o las honras fúnebres siempre son más consuelo para los vivos que para los muertos. Los muertos ya no pueden ver ni sentir, pero los vivos sí y necesitan cierto alivio después de que se va un ser querido. 

Ahora, esto no quiere decir que los cuerpos deben dejarse a su suerte en un campo abierto. Se deben por lo menos dar sepultura a los cuerpos, porque como ya hemos visto en San Agustín, el cuerpo no es algo que el hombre deba despreciar sin más; es este el que nos hace seguir viviendo y como un gesto de piedad, el hombre lo alimenta sabiendo que esta no es la parte más importante de sus ser.

Ejemplo de cristiano: Marco Atilio Régulo

Se dice que muchos hombres cristianos son los que más sufren en la vida, pero nadie puede sufrir si luego va a recibir la recompensa divina. 

Un excelente ejemplo de buen cristiano fue Marco Atilio Régulo, quien tomado por los cartagineses fue enviado a Roma para que lo intercambiaran por prisioneros cartagineses. En efecto, los cartagineses no necesitaban ni querían tener a una gran autoridad, pues más les servían los guerreros. Sin embargo, Marco, por ayudar a Roma, no aceptó el intercambio y se dejó torturar y matar por los cartagineses. 


El suicidio en los hombres y mujeres

Sabemos muy bien que San Agustín nunca aprobó el suicidio y no es el caso ni siquiera en los más grandes cristianos. Esto se debe a que no habrá motivos de quitarse la vida, pues si el suicida busca la paz esa la puede buscar en vida porque de la muerte nada se puede extraer. 

El suicidio de Lucrecia, la casta

San Agustín nos pone como ejemplo a Lucrecia de Tiziano, quien fue violada por Sexto Tarquinio que a su vez era hijo de Lucio Tarquinio quien fue el último rey de Roma en el siglo VI a. C. Esto ocurrió un día que Sexto pidió alojamiento a Lucrecia quien estaba sin su marido en esa ocasión. Al llegar la noche, Sexto se desplazó a su cama y la violó brutalmente(1)

Lucrecia delató este crimen a su padre Colatio y a un pariente suyo llamado Bruto. Collatio y Bruto quedaron horrorizados ante esto y exigieron la venganza, pero Lucrecia no pudo aguantar el deshonor de su condición y se quitó la vida. 

¿Qué diremos de Lucrecia hablando del modo más cristiano? San Agustín dice que no debió haberse suicidado, a pesar de creer en dioses paganos como lo exigía la época. 

Un declamador de aquel tiempo dijo: ''dos hubo, y sólo uno cometió adulterio'' San Agustín nos dice que esto no es así, pero no lo dice en favor de Lucrecia, pues también añade el obispo: 


''Los dos cometieron adulterio, el uno con la irrupción y la otra con oculta y oscura aprobación''

Agustín afirma esto por dos cosas puntuales: si disculpamos el homicidio (porque el suicidio es un homicidio por San Agustín), entonces realizamos el adulterio; pero si perdonamos el adulterio, aceptamos el suicidio. San Agustín considera que el suicidio que cometió no fue por amor a la castidad, sino que fue por debilidad ante la vergüenza. 

¿Puede haber suicidio en el cristiano?

En ninguna parte de las S.E. el suicidio es una opción. Este acto, de acuerdo con Agustín, representa un homicidio a sí mismo, y por lo tanto, ningún cristiano que sea consciente puede quitarse la vida ni en la peor de las circunstancias. 

Las palabras del A.T. nos los demuestran cuando se dice ''No matarás'', porque no sólo se debe no matar al otro sino que tampoco a sí mismo. En otra parte se dice ama a todos tanto como a ti mismo, por lo que se entiende que no se debe suicidar el buen cristiano. 

Podríamos preguntarnos y hacer una crítica a San Agustín diciendo que si bien los suicidios no están permitidos¿qué hay de los homicidios que han cometido los patriarcas como Abraham, David o Sansón, a pesar del hecho de que el quinto mandamiento dice ''no matarás''? Sólo puede matarse cuando Dios lo permite. Por eso se dice que Abraham fue piadoso al no matar a su hijo. 

Volviendo al suicidio ¿podemos decir que el suicida es una persona valiente? ¿una persona que tiene valor al suicidarse? San Agustín dice que en absoluto sería una persona valiente, pues al contrario, los suicidas no tuvieron la fortaleza para soportar esta vida y es por eso que la dejan.

Si se piensa que es mejor suicidarse para evitar pecados mayores, pues también se está en un error grave. De hecho, si es por eso, entonces bien podríamos utilizar la muerte para cualquier evento de desgracia que suceda. 


La violación perpetrada a las mujeres

San Agustín dice que la violación no es motivo para suicidarse, aunque, obviamente, sí para lamentarse. En todo caso, que ninguna mujer se ufane de ser virgen, pues así fue como las mujeres del saqueo fueron violadas. Recordemos que el juicio de Dios está para ellos quienes hacen el mal, por lo tanto, la soberbia de presumir de que se es virgen tiene sus consecuencias. 

La virginidad se debe llevar de modo respetuoso, sagrado, y con mucha discreción para no pecar de soberbia. 

La recompensa cristiana a los hombres

Bien pueden objetar los paganos que los cristianos no son libres de los mismos infortunios que sufren los paganos u otras herejías. En efecto, muchos ejemplos han sido así, pero lo que importa, dice San Agustín, no son las cosas que pasan en vida sino lo que pasa más allá. 

Ningún cristiano que haya hecho el bien en su vida puede ir al infierno. Aquí en el mundo terrenal puede sufrir vejaciones, pero la recompensa divina del cielo no se la pueden arrebatar. A pesar de todo lo antes mencionado, Agustín dice que si los paganos están vivos es sólo por piedad y misericordia de Dios, pues la Iglesia acepta a los paganos si se transforman, pero los paganos no aceptan a nadie. 

Conclusión

Como hemos podido ver, el comienzo de esta obra es una pieza intelectual en contra de los paganos. La devastación de Roma se debe a toda la impiedad y corrupción dentro del imperio, y los paganos acusan a los cristianos de llevar espiritualmente el imperio a la tumba. Las tribus beligerantes están atropellando cada vez más la ciudad de Dios que pareciera que iba a durar para siempre. San Agustín, en este primer capítulo, nos exhorta a seguir una vida cristiana a pesar de todas las vicisitudes que estaba viviendo al escribir el texto.  

viernes, 19 de mayo de 2017

San Agustín de Hipona - La Trinidad (Libro XIII: Ciencia, sabiduría y fe) (399).

Nunca estará demás saber la diferencia entre estos tres conceptos que San Agustín de Hipona nos presenta en esta ocasión. Está demás decir que San Agustín es uno de los primeros filósofos que junta el concepto de fe con razón, a diferencia de muchos de sus predecesores que eran llamados fideístas, es decir, una doctrina basada en que a Dios sólamente se le puede alcanzar por medio de la fe. Por supuesto, esto es un gran cambio en la historia de la Patrística que será plenamente fundamentada por San Agustín.

Referencias:

(1) Muy parecido al argumento judío contra la atribución de mesías a Jesús cuando se dice: ''Cuando llegue el mesías todos me adorarán como un sólo Dios'', lo cual nunca sucedió pues tenemos una variedad amplia de religiones. 

(2) Similar al pensamiento que Agustín tenía de la libertad. Sólo somos libres si hacemos lo que podemos hacer y no lo que nos es imposible. 

LA TRINIDAD

LIBRO XIII: CIENCIA, SABIDURÍA Y FE

Creencia y fe

Es muy difícil creer sin ver lo que se nos quiere presentar, de ahí que venga una de las famosas frases de Santo Tomás de Aquino: ''Ver para creer''. Pero ¿por qué se nos manda a creer en la biblia? se nos manda a creer porque no podemos ver a Dios con los ojos temporales y carnales. Para creer en estas cosas necesitamos fe, pero es esa fe de las cosas ausentes. 

¿Qué pasa cuando la fe nos decepciona? Es típico escuchar de alguna gente cuando dice ''confié en él y me engañó''. San Agustín dice que a esto no se le puede llamar fe en absoluto. La fe no pertenece a ninguno de los sentidos del cuerpo porque no es fruto de la carne, sino más bien del corazón. Por lo tanto, la fe no se puede ver y cuando creemos verla a través de los sentidos del cuerpo, erramos. En otras palabras, la fe sólo se puede ver en sí mismo. 

Por otro lado, el ser humano debe entender que cada hombre y mujer tiene su propia fe. No podemos confiarnos de la fe de los otros, pues no podemos saber que fe tienen porque, como dice San Agustín, la fe es algo personal y sólo puede conocerse en sí misma y no la del otro hombre. 

Quereres universales

Si bien la fe es algo de nosotros mismos y no nos es posible conocer la fe de otro, lo que sí podemos identificar es cuando la fe del otro es la misma que la de nosotros. Sólo en ese caso particular podremos ''conocer'' (porque es imposible conocerla por completo) la fe del otro.

No obstante a esto, todos los seres humanos aspiramos a bienes universales. Para explicar estos quereres universales, San Agustín pone el ejemplo de un histrión (bufón) quien, al querer mostrar que podía adivinar el parecer de todos dijo:

''Todos quieren comprar barato y vender caro''

Todos aplaudieron al histrión que efectivamente mostró el parecer de todos mediante esta frase. ¿Cómo pudo adivinar la voluntad de todos este histrión? simplemente por conjeturas de experiencias generales, sin embargo, podemos y conocemos casos donde hay hombre que ofrecen un precio justo a quienes compran, como aquellos quienes compran caro prefiriendo la calidad del producto. 

Ahora, si el histrión hubiera dicho ''Todos quieren la felicidad y nadie quiere ser vituperado'' entonces ahí sí habría dicho una verdad porque eso es a lo que todos quieren aspirar. Pero ¿qué es esta felicidad? Todos tenemos una visión distinta de la felicidad; para unos es procurarse los viene del espíritu y para otros procurarse los bienes del alma, y otros los del cuerpo y el alma. ¿Cuál será la verdadera? 

San Agustín dice finalmente que ''nadie conoce la felicidad'', pues si todos la conocieran entonces no habría una multitud de pareceres(1)

Cicerón y otros filósofos sobre la felicidad

Quizás, la discusión podría acabarse diciendo ''La felicidad está en aquello que un hombre quiere'', es decir, como a mi me gusta la lectura, esa es la felicidad para mi como para ti puede ser otra. De ahí que Epicuro establezca que la felicidad está en el placer; que Zenón diga que está en la virtud o los cínicos en la naturaleza. En otras palabras, San Agustín llama a esto ''Vivir del agrado''. 

Sin embargo, para Marco Tulio Cicerón vivir del agrado era un grave error. En efecto, si todos viviéramos a nuestros antojos (nuestros agrados), entonces a quien le guste robar, asesinar o engañar será feliz (lo cual es absurdo). Nadie puede vivir de las cosas recién nombradas, pues no podría ni siquiera sobrevivir sólo.

Así como nadie puede amar lo que ignora, nadie puede ser feliz sin conocer la felicidad. En esta felicidad debe estar la posesión y el deseo, es decir, debo poseer y desear lo que quiero y cuando lo tengo soy feliz. Ahora ¿que no es esto lo mismo que los criminales, es decir, si deseo dinero y voy y lo obtengo seré feliz? No, San Agustín llama a desear lo que se posee. Nadie puede ser feliz amando lo que no tiene y por lo tanto, todos deben amar lo que tiene(2)

Desear el mal

Nadie puede desear el mal porque la felicidad no es el mal, por ejemplo, nadie puede desear una cosa mala en términos de calidad. Tampoco se puede desear una vida feliz si se busca el suicidio, pues el suicidio es el querer de la nada. ¿Cómo se puede ser feliz queriendo nada? porque si el suicida quisiera paz, entonces tendría que vivir para tener paz. Si el hombre se suicida, el hombre no podrá cumplir el concepto de San Agustín ''Nadie puede ser feliz amando lo que no tiene''. 


La fe como fundamento de la existencia

San Agustín nos dice que la fe apoyada en la autoridad de Dios dará inmortalidad al alma del ser humano, contrario a lo que pasa cuando el hombre fundamenta su fe en base a argumentos de razón o lógicos. 

El hombre debe sufrir primeramente en el valle de lágrimas para luego obtener la fe que necesita. Por eso es que la biblia se distribuye en A.T. y N.T. porque el hombre necesita pasar por las penalidades de ser un hombre carnal, para luego ser un hombre de fe. En el A.T. tenemos al hombre viejo y en el N.T. al hombre nuevo. 

La fe y la ciencia del Verbo

Si bien todo precedente anunciado aquí ha sido una apología a la fe, debemos decir que San Agustín no deja de lado la ciencia. 

Todo lo que hizo el Verbo humanizado en carne por Cristo está relacionado con la ciencia. Recordemos que la sabiduría tiene que ver con todas las cosas divinas; con el conocimiento de las cosas divinas, mientras que la ciencia tiene que ver con el conocimiento de las cosas humanas. Por supuesto, Cristo está en las dos. 

Conclusión

Otra de las apuestas de San Agustín por juntar la fe con la razón, contrarios a sus predecesores como Filón de Alejandría o Orígenes quienes eran fideístas incansables. Me parece que San Agustín, en un esfuerzo de alejarse de la filosofía y abrazar aún más la religión cristiana, parece ser mucho más filósofo que otra cosa. Siempre se puede uno preguntar si la fe y la razón son separables, pero San Agustín nos demuestra en este apartado que no, de hecho, la razón confirma la fe, pero tampoco se puede tener razón sin fe.