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sábado, 3 de septiembre de 2016

Lucio Anneo Séneca - Sobre la clemencia (56 d. C.).

Dedicado al emperador Nerón Claudio César Augusto Germánico, Sobre la clemencia es un libro que nos llevará a considerar la sabiduría cuando se tiene mucho poder. Aunque más que un libro dedicado con cariño, este libro quiere mostrarnos la visión política de Lucio Anneo Séneca, quien en ese tiempo ya era un destacado consejero político (en pocas palabras, la mano derecha del mismísimo emperador Nerón). Nada mejor que los consejos de Séneca para mantener el bienestar y la templanza frente a las adversidades.

Referencias:

(1) Esto hace referencia perfectamente al primer libro de La República de Platón.

Definiciones:

Lenidad: Blandura y falta de severidad

Sobre la clemencia


LIBRO I: CONDUCTA DE LA CLEMENCIA

Primero que todo, Séneca se dirige como César a Nerón diciéndole que tener clemencia no significa no ser severo con las personas. 


Adquirir la clemencia

Hasta ahora Nerón ha sido uno de los emperadores que no ha dañado a nadie, y encima se le alaba por eso. Ya no se habla de los antiguos emperadores como Augusto o Tiberio. 

Opinión sobre la clemencia

En general, la clemencia es querida por los merecedores de castigo y también por los que son inocentes de un crimen. Eso sí, no se debe perdonar a todo el mundo, pues al hacer esto luego no se podría diferenciar qué es el bien y el mal. Debe distinguirse entre los hombres que tienen cura y los otros que no la tienen. 

Es difícil lograr el equilibrio en la clemencia, pero si hay dificultad entonces se tendrá que optar por la opción más humana. De aquí se desprenden tres cosas a estudiar sobre la clemencia:

  1. Perdón por castigo: Nada es más humano que la clemencia. Si queremos lograr que el hombre sea un animal social, entonces la clemencia es la actitud más humana para hacerlo. También es útil para los gobernadores, pues nadie será más recordado por preocuparse del bienestar de su pueblo usando la clemencia.
  2. Naturaleza y manera del perdón: Su naturaleza proviene de compadecerse con los demás. Para el emperador será de lo más útil porque quien tenga clemencia podrá ''curar'' a aquellos que la necesitan. Los hombres tenemos la capacidad de ser clementes porque esta es nuestra naturaleza.
  3. El ánimo cuando ocurre el perdón: En los animales, el perdón no corre, pues cuando derriban a sus enemigos estos pasan de largo sin mirarlos siquiera.  Es mucho mejor salvar a las personas que ensañarse con ellas, tanto, que los mismo dioses lo hacen para salvarnos. Esta es una característica casi divina entre los seres humanos. 

Otra de las cosas semejante a los dioses que sólo puede tener un emperador es la servidumbre. El emperador debe servir a su pueblo y no puede rebajarse a ser como él, tanto como un dios le es imposible rebajarse a ser un ciudadano. 

Las acciones de un emperador

Así como el emperador es casi como un dios, cuando realice cierta acción ésta se sabrá inmediatamente. Si el emperador mata sin clemencia a un ciudadano, esto se sabrá en todo el pueblo y el emperador tendrá fama de sanguinario. Por eso, el emperador debe de ser una persona clemente para que tenga buena fama. 

Otros emperadores

El primer emperador llamado Augusto tuvo una excelente fama por administrar de manera efectiva el imperio. Cuando estuvo sólo (al comienzo de su imperio) fue tremendamente clemente; sin embargo, cuando comenzó a compartir el poder con otros es cuando sacó la espada. 

Augusto, una vez que conquistó a sus enemigos les dio puestos en el gobierno de las mismas tierras conquistadas. Perdonó a sus enemigos y no sólo eso, sino que también les dio un salvoconducto para que nadie pudiera herirlos. Esta actitud es la más apreciada de todas en la clemencia, pues nada es mejor que dar la vida excepto asegurarla aún más. 

Por otro lado, podríamos hacer un contraste con Lucio Sila quien fue un tirano sanguinario. Nadie puede pronunciar el nombre de Sila sin sentir cierta amargura, pues los horrores que cometió contra sus ciudadanos fueron peores con sus enemigos. 

Trato a los animales

Séneca nos habla sobre el trato que se tiene que tener con los animales. En efecto, si criamos a los animales con castigos y golpes, estos pronto se revelarán y le harán daño a su dueño. Por lo demás, el animal no trabajará bien para el ser humano si este lo golpea; al contrario, tendrá que ayudarlo(1)

Así mismo el emperador debe tratar a sus ciudadanos, para, de igual manera, no desatar la rebeldía de sus ciudadanos para y así evitar el derrocamiento. 

La venganza y la clemencia

Las causas u origen de la venganza provienen de uno mismo o por otros. Sin embargo, el príncipe (o el emperador) no necesita vengarse porque su condición ya es de beneficio. La venganza, supuestamente, sirve para tener una reputación de fuerte, pero el príncipe no lo necesitará. 

Los delitos

Los delitos que más se cometen son siempre los que más se castigan. El género humano obedece a las bondades de sus semejantes y se rebela contra quienes lo quieren restringir. La sed de sangre es propia de las bestias y animales que son indiferentes al ver a su enemigo en el suelo. 

Los tiranos aprovechan los delitos para castigar con más mano dura a los delincuentes, tanto así que llegan a disfrutar con el placer de verlos sufrir. Fue así el caso de Tiberio que desde la isla de Capri arrojaba a sus esclavos al abismo, con lo cual se divertía. 



LIBRO II: CONCEPTO DE CLEMENCIA

Séneca define la clemencia de la siguiente manera:

''La clemencia es la templanza del ánimo en la
venganza o la lenidad(1) del superior para con el inferior

en el señalamiento de las penas''.

Algunos pueden decir que lo contrario de la clemencia es la severidad, pero el problema es que una virtud no puede ser contraria a otra virtud. Lo que realmente se opone a la clemencia es la crueldad. 

Por otro lado, otro vicio que está muy cerca de la clemencia es la misericordia. Muchos la toman como una virtud, pero la verdad es que no, pues esta es capaz de indultar hasta el más vil de los seres humanos. Quienes se conmueven con las lágrimas de los criminales están en un error porque esta no está mediada por la razón. Séneca nos dice que en su mayoría son las mujeres las que se conmueven con las lágrimas de los asesinos. 

Crítica a los estoicos

Mucho se le critica a los estoicos de ser un estilo de vida insensible frente al sufrimiento humano, pero hay que pensar que el estoicismo es una preparación para la vida. La misericordia es un vicio porque se deja llevar por la tristeza y no por la razón; por lo cual, no evita lo peligroso que en este caso sería indultar a un delincuente. 


Conclusión

Este libro de Séneca sobre la clemencia está inconcluso, pero el autor nos dejó una buena parte de la obra. Me impresiona que el concepto de misericordia sea tomado como un vicio y no una virtud. En el cristianismo, la misericordia es algo digno de Dios. Sólo dios puede tener la infinita misericordia en los seres humanos; sin embargo, el filósofo nos dice que es un vicio porque es una especie de indulto irracional. Curioso. Sobre todo porque la filosofía cristiana se afirma de los postulados de Séneca