domingo, 11 de septiembre de 2016

Lucio Anneo Séneca - Sobre el ocio (50 d. C.).

El ocio ha sido denostado y despreciado por la sociedad contemporánea, ya que es el trabajo y la productividad lo que hace a los hombres ser buenos. Sin embargo, en la antigüedad, el ocio era una cuestión fundamental para pensar y meditar sobre todas las cosas de la vida. Este tipo de actividad no era en vano, pues todos los grandes filósofos necesitaron del ocio para formar sus grandes teorías que hasta el día de hoy nos son visibles (y algunas no). Creo que debemos tomar el concepto en latín de Marco Tulio Cicerón. ''otium cum dignitate''. Veamos lo que nos quiere mostrar Lucio Anneo Séneca en este interesante y corto libro. 

SOBRE EL OCIO

Los preceptos de los estoicos y los epicúreos

Séneca demuestra indirectamente su independencia ideológica, aunque en palabras dice ser un seguidor de los estoicos, más que de los epicúreos. El filósofo se propone analizar el ocio desde estos dos puntos de vista: Estoicos y Epicúreos. 

Antes de comenzar, veamos las frases que los mismos representantes de dichas escuelas dijeron en cuanto al ocio. 

Epicúreo: ''No intervendrá en la política el sabio, a no ser que algo le sobrevenga''.

Zenón de Citio: ''Intervendrá en la política, a no ser que algo se lo impida''

Epicúreo enfoca el ocio desde un proyecto de vida para el cual se deberá vivir en paz. Según Epicuro, la política sólo puede afectar de mala manera al hombre, por eso debe alejarse. De hecho, el mismo Séneca nos dice que si la política está tremendamente corrompida, el sabio no debe servir a la política en esas condiciones. En efecto, nadie se navega en un barco que está roto e innavegable. 

Por otro lado, tenemos a los estoicos diciendo que hay que actuar por medio de un motivo. Claro, entrar a la política es acción es decir, hacer algo por los demás lo cual es muy importante. Necesitamos tanto la vida contemplativa como la vida de actividades. Recordemos que los  mismos filósofos estoicos nos decían que el hombre debe entregarse de lleno a la naturaleza. 

Los dos conceptos

El ocio es una actividad que debe unirse con la acción, ninguna puede existir sin la otra. Es como si pensaramos la dicotomía pensar/actuar. La acción está vinculada con la virtud, y por lo tanto, las dos (ocio y acción) serían virtudes; de lo contrario, la elección aislada del ocio sería un vicio, tanto como la opción aislada de la acción. 

Finalmente, éste sería el concepto de ocio planteado por Séneca. de alguna manera, ni siquiera una acción debería ejecutarse sin pensar y ningún pensar sin ninguna acción. 


Tipos de vida

Con Aristóteles en el libro séptimo de La Política veíamos que existían dos tipos de vida: La vida contemplativa y la vida política. En palabras de Séneca, podríamos decir que la vida contemplativa es la vida dirigida al ocio y la política es dirigida a la vida activa. No obstante, Séneca añade una tercera llamada vida placentera que seguramente es la vida mostrada por los epicúreos. 

Más allá de todas las diferencias que se pueden tener, las tres escuelas pueden servirse la una a la otra con conceptos; es decir, los epicúreos pueden ser contemplativos, los estoicos placenteros y los académicos activos. En este sentido, podríamos decir que ninguna escuela puede vivir sin la otra, pues las tres no pueden vivir sin contemplación, así como tampoco pueden vivir sin placer ni acción. 

Conclusión

Qué lamentable que este libro haya sido tan corto (un poco más de 10 páginas). Ahora, lo que sí me llama la atención es la reconciliación que hace Séneca entre una escuela y otra, luego de criticar fuertemente a los hedonistas con su maestro Epicuro. El abrupto final del libro nos deja con la duda de si en realidad Séneca hace una reunión de las filosofías propuestas, o al final aboga por el estoicismo de Zenón de Citio. 

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