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domingo, 31 de enero de 2016

Mitología Romana.

Una cultura poderosa e inexorable que nadie puede negar en absoluto. La base de dicha cultura es la base de nuestra sociedad y pensamiento, pues muchas de las cosas que existieron en ellas aún se sostienen. ¿Qué es el mito? ¿Es acaso una expresión satisfactoria de hechos increíbles para explicar el nacimiento de una cosa? ¿O son cosas que en realidad pasaron y que debemos entender como ciertas? Sea como sea, no nadie puede quedar indiferente frente a estas historias y no querer culturizarse un poco más en dichos mitos. Comenzamos la primera sección de ''Ojos con historia'' con la Mitología Romana.

Referencias:

(1) Existe una controversia en establecer si era la esposa o la hija. 
(2) De hecho, las primeras monedas de Roma tienen impresa su cara. 
(3) En inglés, la palabra ''January'' viene de la palabra ''Jano''. 


MITOLOGÍA ROMANA


Introducción

Aunque podemos situar la existencia de Roma a partir de la era del Bronce (1500 a.C.), la ciudad empieza su incipiente crecimiento en el primer milenio de la era antes de Cristo, aproximadamente en el siglo VIII. 

Dioses Romanos

Toda civilización incipiente comienza con tener dioses a quienes adorar. ¿De dónde podía sacar la idea de dioses el hombre de aquellos años? Evidentemente de la observación ingeniosa de la naturaleza. En efecto, los dioses griegos representaban tanto la naturaleza (Atenea la tierra, Deméter la agricultura, Poseidón del mar) como los otros mundos (Zeus, Hermes, Hades). 

De hecho, los dioses romanos y griegos tienen similitudes increíbles, pues los mismos romanos cambiaron algunos nombres de los dioses griegos y los integraron a su cultura.

Dioses griegos
Dioses romanos
Afrodita
Venus
Apolo
Apolo
Ares
Marte
Artemisa
Diana
Atenea
Minerva
Cronos
Saturno
Deméter
Ceres
Dionisio (o Dioniso)
Liber
Eros
Cupido
Gea
Tellus
Hades
Plutón
Hefesto
Vulcano
Hera
Juno
Heracles
Hércules
Hermes
Mercurio
Hestia
Vesta
Perséfone
Proserpina
Poseidón
Neptuno
Zeus
Júpiter

En todo caso, los dioses romanos se diferencian de los griegos en cuanto a los cultos que realizaban para adorar a estos dioses. Además, también poseían dioses propios aparte de los mencionados anteriormente. 

Tellus, la madre tierra (Terra mater)

Siendo el homólogo de Gea, Tellus era la madre de la tierra que produce y da frutos. El mes de esta diosa era Abril y se celebraba sacrificando una vaca preñada el día 15. La idea de esto es que la misma diosa, al sacrificarse la vaca, preña su busto para dar frutos a la tierra. Tellus tenía a su pareja masculina ''Tellumo'' que era alabado por los hombres. 

Pomona, la diosa de los frutos

Era la diosa de los frutos que se producían tanto de la tierra como de los árboles. Se dice que tuvo una relación con un rey romano llamado Pico, quien era hijo de Saturno y padre de Fauno. De hecho, Pico dejó a su enamorada Circe (la hechicera de la Odisea) para estar con Pomona; sin embargo, al enterarse esta que lo dejaba, Circe convirtió a Pico en un pájaro carpintero (porque Pico significa pájaro carpintero).

Vertumno, el dios del cambio

Siendo de origen etrusco, Vertumno era considerado el dios del cambio en la naturaleza a través de las estaciones. Se le representaba como el esposo de Pomona, pues éste dios hacía que los frutos pudieran florecer y cambiar. En realidad la diosa Pomona era pretendida por muchos, pero Vertumno, al convertirse en una anciana para poder hablar con ella. Pomona quedó encantada y cuando Vertumno adoptó su verdadera imagen, Pomona lo eligió a él. 

Flora, la diosa de las flores

Aquí tenemos a la tercera diosa relacionada con la naturaleza vegetal. Esta es la diosa que hace florecer a todo lo que tenga la capacidad de hacer dicha acción. El poeta Ovidio decía que era una ninfa griega llamada Cloris, la cual, una vez paseando en los bosques el dios Céfiro (dios del viento) se enamoró de ella. Acto seguido la raptó y se casó con ella. 

Robigo, el dios de las cosechas

Es uno de los dioses encargado de las cosechas, especialmente del trigo y los cereales. Por otro lado, cuando Robigo se encuentra irascible desencadena una plaga que arruina la cosecha; esta plaga consistía en pequeños hongos en las cosechas. Se celebraba su culto el 25 de Marzo. 

Fauno, el dios de los rebaños

Imagen del Fauno
Siendo su homólogo el dios Pan, Fauno, hijo de Pico era el dios de los rebaños. Su cuerpo era mitad hombre mitad cabra, Fauno también era considerado un dios profético, pues también les mostraba el futuro a los hombres a través de los sueños. Moraba principalmente en los bosques y se decía que Bona Dea era su hija, como también su esposa. Su culto se celebraba el 15 de Febrero. 




Bona Dea, la diosa de las mujeres 

Como dijimos anteriormente, Bona Dea era la hija de Fauno, quien intentó seducirla muchas veces de manera infructuosa. Sin embargo, una vez ocurrió que convirtiéndose en serpiente, Fauno logra poseerla. Otra versión nos habla de que efectivamente Bona Dea era la esposa de Fauno(1).

Rara vez Bona Dea salía de su casa, pues era muy dedicada al hogar y a su marido. No obstante, una noche salió al bosque y bebió una jarra de vino con la que se emborrachó irremediablemente. Fauno, quien la encontró borracha en el suelo, como castigo la azotó con varas de mirto hasta que murió. Su culto se celebraba el 4 de diciembre. 

Silvano, dios de los bosques

Siendo representado como un anciano enamorado de Pomona, Silvano era el dios de los bosques. Si bien protegía los bosques, también protegía a los que trabajaban con la madera (carpinteros). 

Los romanos y los etruscos luchaban incansablemente, pero al final de la batalla, nadie sabía quién había ganado. De repente, en la noche se escuchó una voz que decía que los romanos habían ganado, pues tenían menos muertos que los etruscos. Los etruscos escaparon dejando a los romanos con la victoria de la batalla. Dicha voz era la de Silvano que protegió a los romanos. 

Jano, el dios de los principios y los fines

Es uno de los dioses más misteriosos del imperio romano. Tenía dos caras: una adelante y otra atrás de la cabeza. Sus facultades residían en abrir y cerrar todo lo que se encontraba en la tierra. Es un dios exclusivamente romano. 

Hace muchos años compartía su reinado con el rey Cameses, quien lo habría acogido para que reinara con él. Su esposa era Camasena y tenían dos hijos, pero el que más se conoció fue Tíber (el mismo nombre del río que existe en Roma). Luego de que su esposa murió, Jano reinó en solitario en Lacio donde acogió a Saturno que fue expulsado por Júpiter. 

El gobierno de Jano fue un mandato de paz en el cual acogía a todos los pobres y miserables. Ayudó a construir barcos que llevaban de Tesalia a Italia, además de acuñar las primeras monedas de Roma(2).  

Cuando Jano(3) murió su templo se abrió para dar auxilio a los romanos en tiempos de guerra, y se cerraba dicho templo en tiempos de paz. 

Genealogía griega y romana
Recordemos que en la mitología griega habían dos afroditas; la urania y la hija de Zeus.

Eneas

Uno de los mitos que representaba la identidad romana era el mito de Eneas. Teniendo mucha conexión con la obra de Homero ''La Ilíada'', Publio Virgilio Maron escribió la obra ''Eneida'' que describe perfectamente el nacimiento de Roma.

Venus y Anquises

Eneas nace del amor de Venus (o Afrodita) y Anquises. Una noche, Venus se acercó a Anquises pidiéndole que tuvieran un hijo que haría sus nombres inmortales. La diosa le dijo a Anquises que su hijo sería el fundador del pueblo que dominará al mundo, pero a su vez le pidió a Anquises encarecidamente que no presumiera su relación con ella, cosa que no cumplió. Al presumir de la relación, Zeus se puso furioso y cuando arrojaba un rayo a Anquises, Venus pudo desviarlo, aunque lamentablemente le llegó y lo dejó paralítico toda la vida. 

La vida de Eneas

Eneas nació en el monte Ida hasta que a los 5 años, su padre lo recogió y lo envió a la ciudad para que se educara con su tío Alcátoo. 

Rápidamente se convirtió en un hombre muy fuerte y defensor de Troya. Su primer enfrentamiento se dio con Aquiles, ya que éste quería robar sus rebaños que tenía en el monte Ida. Cuando Aquiles se enfureció con Eneas, solo Zeus pudo salvarlo de la furia del pélida. En realidad, Eneas siempre fue un protegido de los dioses en las batallas de Troya. Apolo, Poseidón y Venus los salvaron de Diomedes y Aquiles.

A la muerte de Héctor, Eneas debe hacerse responsable de cuidar la ciudad de Troya.  Cuando los aqueos atacaron Troya, Eneas tuvo que ir por el consejo que le diera Venus de huir al monte Ida con toda su familia, donde habían otros troyanos más. De ahí partió a Hesperia (actual Italia) y fundó Roma.

Rómulo y Remo

Luego de que los aqueos invadieron Troya, uno de sus héroes llamado Eneas logró sobrevivir a las matanzas escapando a distintos lugares (Tracia, Macedonia, Samotracia, Creta, Delos, Laconia y Arcadia) para finalmente acabar en Hesperia, actual Italia. 

Eneas llegó con su padre Anquises, su hijo Ascanio y su esposa Creusa, la cual quedándose atrás en sus viajes murió irremediablemente. Junto con su familia, Eneas se asentó en la ciudad de Lacio y posteriormente se casó con Lavinia, hija del rey Latino donde fundaron la ciudad de ''Lavinium'', actual Lavinio en Italia. 

Numitor y Amulio

Ascanio, hijo de Eneas, también se animó a fundar una ciudad la que sería conocida como Alba, ya que se encontraba en las colinas Albanas. En aquella ciudad llegaron a gobernar los hermanos Numitor y Amulio, quienes se pelearon por el poder de gobierno de la ciudad. Finalmente, el menor de los hermanos, Amulio, ganó la pelea y desterró a Numitor, y para que no hubiera disputas de trono mató a todos los descendientes de su hermano. 

Rea Silvia

La única de las hijas de Numitor que sobrevivió fue Rea Silvia, a quien Amulio obligó a hacerse vestal, es decir, adorar a la diosa Vesta siendo virgen. Esta acción la llevó a cabo para que no siguieran naciendo herederos al trono. 

Sin embargo, una tarde que Rea había ido en busca de agua a un río para consagrar las libaciones, se quedó dormida. Fue ahí donde el dios Marte aprovechó la ocasión y la dejó embarazada de dos hijos llamados Rómulo y Remo. 

Al enterarse de esto, Amulio ordenó inmediatamente deshacerse de esos niños y enviarlos al Tíber en un cesta. Por suerte (o por acto de los dioses), los gemelos fueron salvados por una loba que los amamantó. Los gemelos sea habían salvado. 

La venganza de los gemelos

Una mujer llamada Acca Larentia encontró a los niños y se compadeció de ellos, los crío, los alimentó hasta que fueron hombres sanos y fuertes. 

Cuando Rómulo y Remo se enteraron de lo que hizo Amulio, rápidamente organizaron a campesinos y pastores para articular un frente para derrotar al rey Amulio. Una vez derrocado, los gemelos le dieron el poder de la ciudad a su abuelo Numitor, quien había sido desterrado por Amulio. 

El nombre de la ciudad

Los gemelos gobernaban ahora la ciudad, pero no sabían que nombre asignarle. Cuando fundaron la ciudad, los hermanos habían marcado los límites con unos surcos. Quien atravesara esos límites sería condenado a muerte.  En el transcurso de esto, decidieron poner nombre a la ciudad con una competencia; el que contase más pájaros en un tiempo establecido, puede poner el nombre que quiera a la ciudad. 

Remo sólo contó la mitad de los pájaros que su hermano(6), por lo que Rómulo ganó la competencia. Luego de esto, Remo no quedó conforme con el nombre que le puso su hermano, y, transgrediendo la norma de la delimitación, Remo decidió borrar el surco con el pie y salió de la ciudad. Lamentablemente, como dicha ley era un reglamento inquebrantable, Rómulo mata a su hermano. 

Finalmente, Rómulo pobló la ciudad y dio asilo a los fugitivos de las zonas limítrofes. Realizó el rapto de las sabinas para satisfacer a estos hombres de distintos orígenes que poblaron la ciudad de Roma. 


El rapto de las Sabinas


Cuando Rómulo mató a su hermano Remo y liberó a la ciudad para que todos los hombres pudieran vivir en ella, las mujeres pasaron a convertirse en un recurso escaso y tremendamente necesario. 

Los hombres que entraban a la ciudad, no eran precisamente hombres de bien, al contrario, eran fugitivos, esclavos de otras ciudades, exiliados y pobres en general. Un día, Rómulo organizó una gran fiesta religiosa reuniendo a todos los hombres y mujeres que habían en la ciudad, y en un momento dado, Rómulo ordenó capturar a todas las mujeres que se encontraban ahí. Muchos de los hombres huyeron en la confusión. 

La muerte de Tarpeya

A las mujeres capturadas (las sabinas) se les dijo que se casarían con hombres que cuidarían de ellas. Las mujeres se resignaron a tal petición, pero los demás hombres (los sabinos) no. Los sabinos quisieron inmediatamente a sus mujeres y le pidieron al rey Tacio que atacara Roma para recuperarlas. 

Tacio se acercó con una armada para atacar la ciudad de Rómulo. En la fortaleza de dicha ciudad se encontraba Tarpeya, quien era la hija de Spurio Tarpeyo guardián de la fortaleza. Cuando Tarpeya vio a Tacio, rápidamente se aferró a sus joyas y le ofreció al rey todo lo que deseara. Lamentablemente, el rey Tacio, una vez que atravesó la fortaleza se deshizo de todas sus posesiones, al igual que sus soldados para dárselas a la Tarpeya. Con el peso de éstas Tarpeya murió ahogada...

La reconciliación

El ejército de Rómulo y Tacio se enfrentaban en una batalla sin igual, pero cuando fue pasando el tiempo, lentamente los dos ejércitos se empezaban a reconciliar hasta que llegaron a la paz. Los dos reyes acordaron gobernar por igual, aunque Tacio murió primero y Rómulo gobernó a los dos pueblos. 

La muerte de Rómulo

El reinado de Rómulo ya llevaba 33 años y justo en el último año, Marte pidió a Júpiter que lo hiciera inmortal. En ese momento, una tormenta hizo desaparecer a Rómulo. El pueblo sabino sabía que no lo volvería a ver jamás y en su honor erigieron un templo dedicado a él. 


Conclusión

Los romanos se deshicieron de todos los pueblos que conquistaban bajo la política del ''carrot and stick'' (zanahoria o palo). Sin embargo de lo único que no pudieron deshacerse fue de su inexorable cultura e inspiración. En todo caso, esta es una de las evidencias más claras de que el hombre necesita una religión y creer en un principio. La identidad es necesaria en toda ciudad que pretende construirse, así como cada ser humano necesita saber de dónde viene. El mito es el elemento que mantiene la cultura de un pueblo y debe mantenerse vivo; de este modo, la verdad y objetividad queda oscurecida por el relato fantástico y religioso, que son inevitables cuando no se puede saber el origen y la verdad. 

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