domingo, 31 de mayo de 2015

Platón - Laques (o de la valentía).



Nada puede oponerse tanto al dolor como la valentía. Esta es la que nos mueve a realizar actos que incluso pudieran atentar con nuestra vida, actos temerarios, ya sea por nosotros mismos o por los que más queremos. Laques es uno de tantos libros de Platón relacionado con la búsqueda de una definición adecuada a las cosas que se discuten. Aquí se ofrecen varias definiciones, pero lamentablemente no se llega a una definitiva. Categorizado como un libro de juventud, Laques comparte una similitud de texto muy fuerte con Eutifrón, la búsqueda inalcanzable de la definición.

Referencias:

(1) Guerreros que luchaban a favor de Esparta.
(2) Batalla del 479 a.C. donde se enfrentaron las fuerzas de la Antigua Grecia y el Imperio Persa. 
(3) Se refiere a valientes en cuanto a profesión.

Laques

Personajes:
  • Sócrates
  • Lisímaco
  • Melesías 
  • Arístides
  • Tucídides
  • Nicias
  • Laques



El uso de las armas

El libro comienza con Lisímaco hablando a Nicias y Laques sobre un hombre que iba pasando con armadura. Lisímaco aprovecha la oportunidad para decirles que quería hablar con ellos sobre la enseñanza de los hijos en cómo ser mejores hombres. Lisímaco les dice que tiene ahí presente a su propio hijo llamado Arístides y al hijo de su amigo Melesías llamado Tucídides. 

Para comenzar la discusión Lisímaco les da algunos ejemplos de lo que él hace con su hijo Arístides. Uno de estos es que comen juntos y hablan con total franqueza sobre las hazañas de sus padres, pero que lamentablemente nada pueden decir de ellos mismos. Por otra parte, Lisímaco ha oído decir que no hay nada mejor para los jóvenes que aprender esgrima.

Es por esto que Lisímaco invita a Nicias y Laques a ver a este hombre, para saber como los niños pueden llegar a ser buenos hombres, y si además pudieran ayudarlos con algún otro consejo o bien desaprueban la esgrima para llegar a ser buenos hombres.

La llegada de Sócrates

Nicias y Laques están de acuerdo en ayudarlos no sin antes preguntarse por qué no mejor llaman a Sócrates para este tipo de asuntos. Lisímaco acepta que vaya Sócrates a discutir sobre cómo enseñar a los niños a ser mejores hombres en el futuro. Lisímaco pregunta lo siguiente.


¿Es útil para los jóvenes aprender la esgrima?


Antes de empezar Sócrates, como en ese tiempo era un joven, cede el turno de hablar a los que tienen más experiencia sobre estos asuntos. Si tuviera que agregar algo, Sócrates intervendrá por cualquier cosa que le llame la atención.

La opinión de Nicias

Nicias nos dice que el uso de este arte es beneficioso en todos los sentidos. Hace mejorar sus cuerpos y los saca de la pereza en las que están. La equitación también sería una disciplina beneficiosa para aprender, ya que tiene el mismo efecto de la primera.

Agrega además que la batalla uno a uno es una de las más importantes. Una vez que las filas militares están rotas, el soldado debe saber cómo atacar persona a persona y además defenderse incluso cuando son varios. Por último, cuando se aprende a combatir cuerpo a cuerpo, lo que sigue es el diseño de la táctica y así se volvería experto en el arte de la guerra.

La opinión de Laques 

Laques objeta a Nicias que quizás el arte de la guerra no es una ciencia como muchos la piensan. Sería ideal que lo fuera, pero ¿cómo sabemos que es una? los profesores que la enseñan podrían estar engañándonos y decirnos que es una ciencia. Por ejemplo, los Lacedemonios dejaron de practicar el arte de la guerra; si el arte de la guerra fuera una ciencia importante ¿por qué razón la dejaron de practicar los Lacedemonios considerando que fueron uno de los ejercitos más poderosos?

Además de esto, Laques cuenta una anécdota de un guerrero que quedó amarrado en el aparejo de un bote enemigo. El público expectante se reía de tal acontecimiento e incluso los enemigos no podían más de la risa.   

Así es como Laques cuenta que la guerra o la lucha, si bien son artes pareciera ser que no son tan importantes desde la postura y experiencia que él ha podido presenciar.

El experto debe hablar


Cuando termina el discurso de Laques, Lisímaco le dice a Sócrates que se vote por cual opción es la mejor y dejar finalizado el tema. Sin embargo, Sócrates no cree que sea adecuado verse persuadido sobre un tema mediante los votos. Al contrario, cree que sería mucho mejor ser persuadido por un experto en el tema. 

Por lo tanto, Sócrates propone que quien más sepa sobre el tema podrá persuadir a todos, incluso aunque sea uno. Lo que se debiera investigar primeramente según Sócrates, es si alguno del grupo puede hablar con propiedad de la esgrima.


El valor

Como nadie es realmente experto en el asunto, Sócrates propone analizar el problema desde otra perspectiva. Y comienza el diálogo de definiciones: ¿Qué es el virtud? Laques le dice que tal vez no sea necesario porque de alguna manera se sabe lo que es la virtud. Pero Sócrates insiste en que se debe analizar el concepto de virtud aunque sea solo en una parte para comenzar a resolver la definición. 

Para abordar el tema de la esgrima, se tendría que investigar la parte de la virtud que está relacionada con la disciplina, esta sería el valor.

Primera definición de Laques

Laques aventura una definición sin dificultad alguna:


''Si un hombre está dispuesto a permanecer en su posición y defenderse a sí mismo contra el enemigo sin escapar, entonces puedes estar seguro que ese es un hombre de valor''.

Sin embargo, Sócrates objeta a la definición de Laques sobre si un hombre es verdaderamente valiente solo con mantenerse en su posición. Sócrates le da un ejemplo sobre los hoplitas espartanos(1) quienes llevando escudos débiles en la batalla de Platea(2), no fueron capaces de quedarse en su posición y huyeron. 

De esta manera, la definición de Laques quedaría demasiada reducida y necesita ser ampliada porque tener valor no solo implica quedarse en su puesto y no huir. Además, ¿se aplicaría esto a otros tipos de lucha como las marítimas o las que tienen relación con la equitación?

Segunda definición de Laques

Considerando lo estrecho de su definición, Laques vuelve a intentar una que sea más abarcadora:


''Es una especie de perseverancia del alma''

Sócrates nuevamente no queda convencido de está definición de Laques porque no se está considerando todas las instancias de perseverancia que tiene el valor. 

Pensemos en el siguiente ejemplo que nos da Sócrates. 


  • Cuando la perseverancia va acompañada de sabiduría es buena y noble, pero cuando la perseverancia está acompañada de idiotez, no puede ser buena y noble.
De este modo, Laques no estaría considerando todos los tipos de perseverancia; por lo tanto, esta no sería una buena definición del valor. Además,  ¿qué pasaría si en batalla la actitud más sabia fuera retirarse y el soldado persevera en quedarse? Por eso, la temeridad y la perseverancia no pueden ser buenas aliadas tampoco. 

Primera definición de Nicias (y tercera definición sobre el valor)

Al no poder Sócrates y Laques llegar a una definición, le piden ayuda a Nicias para ver si el puede ofrecer alguna pista sobre lo que es el valor. 

Nicias ofrece la siguiente definición:


''El conocimiento de lo que es de temer y de lo que no en una guerra y en todo otro asunto''.

Al escucharlo, Laques no logra entender lo que quiere decir. Laques tenía entendido que el valor era algo que estaba separado del conocimiento ahora Nicias dice que están relacionados. 

Tal vez un poco enojado, Laques enfrenta la definición de Nicias diciendo que sería imposible que el valor se refiera a la gente con conocimiento de lo que se teme y lo que no sea valiente. En efecto, ¿podríamos llamar a un doctor o a un granjero ''valientes'' por el solo hecho de conocer lo que se teme y lo que no? 

Nicias termina de escucharlo pero objeta que ha entendido todo mal. Porque ¿qué pueden saber los doctores del miedo de una enfermedad? Ellos saben de sus ciencias, pero no saben de lo que hay que temer y lo que no y en ese caso se encuentran los valientes. 

Laques cree que si los doctores no pueden ser valientes, entonces lo serán los adivinos porque ¿quién más sabrá las cosas que hay que temer más que los adivinos? Pero Nicias dice que el conocimiento del adivino versa solamente sobre las cosas futuras y no sobre la valentía. Al escuchar esto, Laques no entiende a quién se le pueda llamar valiente(3).

Intervención de Sócrates sobre la definición de Nicias

Se ha demostrado que ni el doctor ni el adivino pueden ser valientes, ya que no conocen lo que se debe temer y lo que no. Sócrates interviene en la definición preguntando a Nicias si los animales son valientes. No obstante, Nicias dice que los animales no pueden ser valientes debido a su falta de entendimiento. El diría que los animales solo son rápidos y locos. 

¿Podríamos llamar a los niños valientes a la edad en que ellos ni siquiera tienen sentido de lo que es valiente? Según Nicias no. Además, para tener valor hace falta sabiduría y los animales no la tienen. 

Segunda intervención de Sócrates

Para intentar llegar a un acuerdo, Sócrates quiere volver al principio e indagar con más detalles las cosas que se analizaron. 

Consideremos primero las cosas que producen temores y las cosas que no producen temores. Las cosas que producen temores son males futuros y por el contrario las que no producen temores son bienes futuros. El conocimiento de estas cosas nos haría valientes. 

Pero no solo eso, Nicias asegura que el valor es el conocimiento de todos los males y bienes que existen y que se extienden incluso hacia el pasado y presente. Sin embargo, Sócrates objeta que si el valor tuviera estas características, entonces ya no sería solamente una parte de la virtud, sino que la virtud misma.

Finalmente, no podríamos llegar a una definición, ya que hablar de la manera que habló Nicias, no sería hablar del valor, sino de la virtud

Conclusión

Como la mayoría de los diálogos de juventud, no existe ninguna conclusión ni ultima definición para lo que desde un principio se estipuló. Sin duda podemos definir lo que es el valor, pero no solamente definirlo sino que aún más importante, podemos sentirlo, podemos identificar y reconocer lo que es el valor. No obstante, pareciera ser que no todos los seres humanos lo poseemos en ciertas circunstancias.

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